Enfrentarse, siempre enfrentarse, es el modo de
resolver el problema. ¡Enfrentarse a él!.
La creencia en algún tipo de maldad sobrenatural
no es necesaria. Los hombres por sí solos ya son
capaces de cualquier maldad.
Vivimos como soñamos, solos.
Juzga a un hombre tanto por sus amigos como por
sus enemigos.
No me gusta el trabajo, a nadie le gusta; pero
me gusta que, en el trabajo, tenga la ocasión de
descubrirme a mí mismo.
La fuerza de uno es solo un accidente que se
deriva de la debilidad de los otros.
La vida es una bufonada: esa disposición
misteriosa de implacable lógica para un objetivo
vano. Lo más que se puede esperar de ella es un
cierto conocimiento de uno mismo, que llega
demasiado tarde, y una cosecha de remordimientos
inextinguibles.
Dios es para los hombres y la religión para las
mujeres.
Que piensen lo que quieran, pero no pretendía
ahogarme. Tenía intención de nadar hasta hundirme
–pero no es lo mismo.
El valor de una frase está en la personalidad de
quien la dice, porque nada nuevo puede ser dicho por
un hombre o una mujer.
Ser mujer es una tarea terriblemente difícil,
porque consiste principalmente en tratar con
hombres.