La democracia es una forma superior de gobierno,
porque se basa en el respeto del hombre como ser
racional.
La grandeza de un hombre está en relación
directa a la evidencia de su fuerza moral.
La libertad política es la condición previa del
desarrollo económico y del cambio social.
Si una sociedad libre no puede ayudar a sus
muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos
ricos.
Si no podemos poner fin a nuestras diferencias,
contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para
ellas.
Los niños son el recurso más importante del
mundo y la mejor esperanza para el futuro.
No podemos negociar con aquéllos que dicen, «lo
que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable».
El cambio es ley de vida. Cualquiera que sólo
mire al pasado o al presente, se perderá el futuro.
Los que hacen imposible una revolución pacífica
harán inevitable una revolución violenta.
El vínculo más básico que tenemos en común es
que todos vivimos en este pequeño planeta. Todos
respiramos el mismo aire, todos valoramos el futuro
de nuestros hijos y todos somos mortales.
Jamás negociemos con miedo, pero jamás temamos
negociar.
Perdona a tus enemigos, pero jamás olvides su
nombre.
El hombre sigue siendo la mayor computadora.
La guerra incondicional no conduce ya a la
victoria incondicional.
El hombre tiene que establecer un final para la
guerra. Sino, ésta establecerá un fin para la
humanidad.
La victoria tiene un centenar de padres, pero la
derrota es huérfana.
El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es
huérfano.
Un hombre inteligente es aquel que sabe ser tan
inteligente como para contratar gente más
inteligente que él.
En el pasado, aquellos que locamente buscaron el
poder cabalgando a lomo de un tigre acabaron dentro
de él.
Amar la lectura es trocar horas de hastío por
horas de inefable y deliciosa compañía.