Mucha gente se hace una idea equivocada sobre la
verdadera felicidad. No se consigue satisfaciendo
los propios deseos, sino siendo fieles a un cometido
que merezca la pena.
Ningún pesimista ha descubierto nunca el secreto
de las estrellas, o navegado hacia una tierra sin
descubrir, o abierto una nueva esperanza en el
corazón humano.
Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra
se abre, pero muchas veces miramos tanto tiempo la
puerta cerrada que no vemos la que se ha abierto
para nosotros.
Lo mejor y lo más bonito de esta vida no puede
verse ni tocarse, debe sentirse con el corazón.
Mantén tu rostro hacia la luz del sol y no verás
la sombra.
Lo que alguna vez hemos disfrutado, nunca lo
perdemos. Todo lo que hemos amado profundamente se
convierte en parte de nosotros mismos.
El optimismo es la fe que conduce al éxito. Nada
puede hacerse sin esperanza y confianza.
Uno no debe nunca consentir arrastrarse cuando
siente el impulso de volar.
El mundo está lleno de sufrimiento pero también
de superación del mismo.
¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando
sentimos el anhelo de volar?
La seguridad es más que nada una superstición.
La vida es una aventura atrevida o no es nada.
Las cosas más bellas y mejores en el mundo, no
pueden verse ni tocarse pero se sienten en el
corazón.
No hay rey que no haya tenido un esclavo entre
sus antepasados, ni esclavo que no haya tenido un
rey entre los suyos.