Nunca amamos a nadie: amamos, sólo, la idea que
tenemos de alguien. Lo que amamos es un concepto
nuestro, es decir, a nosotros mismos.
Entre la vida y yo hay un cristal tenue. Por más
claramente que vea y comprenda la vida, no puedo
tocarla.
El único misterio del universo es que exista un
misterio del universo.
Por la boca mueren el pez y Oscar Wilde.
La función última de la crítica es que satisfaga
la función natural de desdeñar, lo que conviene a la
buena higiene del espíritu.
Amo como ama el amor. No conozco otra razón para
amar que amarte. ¿Qué quieres que te diga además de
que te amo, si lo que quiero decirte es que te amo?
El mundo es de quien nace para conquistarlo y no
de quien sueña que puede conquistarlo.
No hagas hoy lo que puedas dejar de hacer
también mañana.
Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es
lo que vemos, sino lo que somos.
Ser poeta no es una ambición mía, es mi manera
de estar sólo.