La sociedad no es una enfermedad, sino un
desastre. Es un milagro estúpido que consigamos
vivir en ella.
La mentira es una forma de talento.
Mi misión es matar el tiempo y la de éste
matarme a su vez. Se está bien entre asesinos.
No hay obra que no se vuelva contra su autor: el
poema aplastará al poeta, el sistema al filósofo, el
acontecimiento al hombre de acción.
La naturaleza, buscando una fórmula para
satisfacer a todo el mundo, escogió finalmente la
muerte, la cual, como era de esperar, no ha
satisfecho a nadie.
Un instante de lucidez, sólo uno; y las redes de
lo real vulgar se habrán roto para que podamos ver
lo que somos: ilusiones de nuestro propio
pensamiento.