• El primer paso hacia la filosofía es la incredulidad.
• El mártir espera la muerte; el fanático corre a buscarla.
• Se habla sin cesar contra las pasiones. Se las considera la fuente de todo mal humano, pero se olvida que también lo son de todo placer.
• El amor priva de espíritu a quienes lo tienen, y se lo da a los que carecen de él.
• Cuidado con el hombre que habla de poner las cosas en orden. Poner las cosas en orden siempre significa poner las cosas bajo su control.
• Las frases concisas son como clavos afilados que clavan la verdad en nuestra memoria.
• Todos quieren tener amigos y nadie quiere serlo.
• La indiferencia hace sabios y la insensibilidad monstruos.
• La ignorancia está menos lejos de la verdad que el prejuicio.
• Del fanatismo a la barbarie sólo media un paso.
• Los errores pasan, sólo la verdad permanece.
• El que te habla de los defectos de los demás, con los demás hablará de los tuyos.
• Los médicos trabajan para conservarnos la salud, y los cocineros para destruirla, pero estos últimos están más seguros de lograr su intento.
• El hombre más feliz es el que hace la felicidad del mayor número de sus semejantes.
• Engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga.
• No arrepentirse ni hacer reproches a los demás, son los pasos de la sabiduría.



       



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