El más rico de todos los hombres es el
ahorrativo; el más pobre, el avaro.
Con frecuencia el amor, comercio borrascoso,
acaba en bancarrota.
En el mundo se tiene tres clases de amigos: los
que os aman, los que se cuidan de vos y los que os
aborrecen.
En las grandes cosas los hombres se muestran
como les conviene mostrarse. En las pequeñas como
son.
El cambio de moda es el impuesto que la
industria del pobre carga sobre la vanidad del rico.
La modestia es la más inocente de las mentiras.
Hace siglos que la opinión pública es la peor de
las opiniones.
También hay tonterías elegantes como hay tontos
bien vestidos.
La habilidad es a la astucia lo que la destreza
a la estafa.
Las mujeres no conceden a la amistad más que lo
que sisan al amor.
Los azotes físicos y las calamidades de la
naturaleza humana hicieron necesaria la sociedad. La
sociedad se agregó a los desastres de la naturaleza.
Los inconvenientes de la sociedad hicieron necesario
al Gobierno, y el Gobierno se agregó a los desastres
de la sociedad. Esta es la historia de la naturaleza
humana.
Es más fácil legalizar ciertas cosas que
legitimarlas.
El amor es como las enfermedades contagiosas,
que cuanto más se temen más fácilmente se adquieren.
Lo único que impide a Dios mandar un segundo
diluvio, es que el primero fue inútil.
El día peor empleado es aquél en que no se ha
reído
El amor gusta más que el matrimonio, porque las
novelas gustan más que la historia.
La sociedad está dividida en dos grandes clases:
la de los que tienen más comida que apetito y la de
los que tienen más apetito que comida.
La mujer es como la sombra: si la huyes, sigue;
si la sigues huye.
La sociedad sería una cosa hermosa si se
interesaran los unos por los otros.
El que no tiene carácter no es un hombre: es una
cosa.
Las pasiones hacen vivir al hombre, la sabiduría
sólo le hace durar.
El amor, tal como se practica hoy en la
sociedad, no es más que un intercambio de dos
fantasías y el contacto de dos epidermis.