Mejor aplicar el llanto siempre que sea posible,
como la medicina antigua aplicaba la sangría.
El llanto es tan saludable como el sudor y más
poético.
Las novelas nunca las han escrito más que los
que son incapaces de vivirlas.
Si eres feliz, escóndete. No se puede andar
cargado de joyas por un barrio de mendigos. No se
puede pasear una felicidad como la tuya por un mundo
de desgraciados.
En el verdadero amor no manda nadie; obedecen
los dos.
Yo sé que la muerte no resuelve nada, que todos
los problemas hay que resolverlos de pie.
Llorar, sí; pero llorar de pie, trabajando; vale
más sembrar una cosecha que llorar por lo que se
perdió.
Un hombre vale por lo que construye.
No es más fuerte la razón porque se diga a
gritos.
Ella no te necesita. Tiene tu recuerdo, que vale
más que tú.
No basta con ser joven. Es preciso estar
borracho de juventud. Con todas sus consecuencias.
No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse
con una sonrisa.