Lengua
ORTOGRAFÍA
Ortografía de la frase y la palabra - 4ª parte
La puntuación (continuación)
Las comillas
as comillas ("...", "...") sirven para citar al pie de la letra una palabra o frase tomada de otro lugar que se incluye en el texto.
Si se cita literalmente otra palabra o frase dentro de un texto entrecomillado, suelen usarse las comillas simples ('...'). Habitualmente se entrecomillan los títulos de libros, cuadros, películas, etc., si bien, en textos impresos, basta con componerlos en un tipo de letra diferente (cursiva, por ejemplo).
Las comillas sirven también para indicar los valores especiales de las palabras: el sentido preciso en que se toma un término; el carácter vulgar, coloquial o, simplemente, inadecuado de la palabra; el término extraño a la lengua, y, finalmente, la ironía o reticencia que pretende sugerir que una palabra está tomada precisamente en un significado contrario al que tiene.
He aquí algunos ejemplos de dichos usos:
El guión
Las palabras van separadas en la escritura por espacios en blanco. Cuando al final de la línea queda una palabra incompleta, se escribe una parte y el guión (-) para señalar que continúa en el renglón siguiente. La división de la palabra ha de realizarse sin romper su estructura silábica; no obstante, si se trata de un compuesto de dos lexemas, o de lexema y prefijo, puede hacerse separando tales componentes: "no-sotros" o "nos-otros", "ma-lestar"o "mal-estar", "de-sigual" o "des-igual".
Conviene tener en cuenta algunos casos particulares:
El guión se emplea también en palabras compuestas que expresan oposición y contraste entre sus componentes: "relaciones hispano-alemanas"; no se usa en compuestos que expresan síntesis de elementos: "literatura hispanoamericana".
La raya
La raya (--) se utiliza para indicar la intervención de un hablante en el texto, o la sucesión de varios hablantes en el diálogo:
"La muchacha se acercó a la ventanilla y pidió un billete:
--Para Valladolid. Segunda.
--Lo siento, señorita. El Talgo no circula.
--¿Huelga otra vez?
--No, una avería..."
Se usan también dos rayas para marcar el principio y el fin de una frase que se intercala en otra más extensa, de la que se halla relativamente desligada. Su valor resulta, en este caso, similar al del paréntesis: "El fraude en algunos sectores de la industria cinematográfica --se calcula que los exhibidores ocultan el 30 por 100 de sus ingresos-- obliga a tomar medidas radicales."
Finalmente, se emplea la raya cuando una palabra ha de entenderse suplida, en uno o en varios renglones: "Coordinadas: copulativas, --disyuntivas, --distributivas, --adversativas...".
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