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Lengua
ORTOGRAFÍA
Historia - 3ª parte
Del Renacimiento al siglo XIX
l Renacimiento supone una atención más concreta y directa, dejando al margen
doctrinas tradicionales, a los textos antiguos de los griegos y latinos y
también de los hebreos. De este modo el análisis particular se antepone a las teorizaciones especulativas y la gramática normativa se separa de aquella que
intenta describir el funcionamiento de la lengua e interpretar en su sentido
exacto los textos.
En todos los casos, la gramática se encuentra en el centro de los "estudios de humanidades", en los que se expresa la idea nueva y pujante de la dignidad del hombre. Al tiempo, una poderosa corriente de orgullo por las lenguas vulgares -en relación con los procesos de formación de las nacionalidades modernas- lleva a la elaboración de las primeras gramáticas de esas lenguas, como la de Nebrija de la lengua castellana, impresa en 1492.
En el siglo XVII hay que citar a la Escuela de Port Royal, que redacta una "Gramática general y razonada" (París, 1660), con pretensiones de universalidad y a partir de un planteamiento lógico.
Durante el XVIII una corriente racionalista domina en los estudios lingüísticos; destaca el inglés J. Harris, el cual excluye la fonética y la fonología del ámbito de la gramática, busca unos principios gramaticales comunes a todas las lenguas y formula algunos problemas con gran modernidad. Entre ellos el concepto de oración como unidad máxima de análisis o la clasificación de las partes de la oración en dos grandes tipos: principales, de significado absoluto, y accesorias, de significado relativo (incluyendo aquí los artículos, lo que llama artículos pronominales -es decir, los determinantes- y los conectivos -o sea, los nexos-)
El siglo XIX está presidido por ideas románticas como la de que existe un "alma de los pueblos", y esto da lugar, en los estudios lingüísticos, a la elaboración de gramáticas particulares de las lenguas, que se suponen expresiones de caracteres nacionales distintos.
El historicismo del siglo permite también poner el énfasis en el cambio lingüístico, el cual es analizado sobre todo en la fonética y en la morfología. Por fin, el deseo positivista de atenerse a los hechos verificables se muestra en la gramática comparada, con el estudio de las diferencias y semejanzas entre lenguas distintas y sus correspondientes sistemas gramaticales.
La gramática en la actualidad
La situación actual, aunque compleja y variada en planteamientos teóricos diversos, está dominada por lo que suele llamarse estructuralismo lingüístico -o sea, predominio del estudio descriptivo, sistemático y de un estado de la lengua- y aborda la gramática desde los siguientes puntos de vista:
La gramática debe describir estados de lenguas particulares, sin perjuicio de que una gramática general estudie los principios universales, comunes a las distintas gramáticas. Ese estudio debe hacerse con criterios formales y funcionales, excluyendo criterios lógicos y también semánticos, en la medida de lo posible.
La semántica, como disciplina que se ocupa del significado, queda pues fuera de la gramática; en cuanto a la lexicología, hay muchas divergencias. Quedan fuera la fonética y la fonología. La unidad lingüística de la que se parte es el monema y no la palabra como se había venido haciendo tradicionalmente.
Por fin, la gramática renuncia a su carácter normativo, sin perjuicio de que exista otra gramática normativa.
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