Historia y Arte
LA CIVILIZACIÓN ISLÁMICA
Manifestaciones artísticas - 1ª parte
Introducción
a explícita condenación que el Corán hace de la representación humana hizo que en el arte musulmán apenas se desarrollaran la escultura y la pintura. Se encuentran, no obstante, muestras de pintura en las miniaturas que decoran, sobre todo, libros científicos o literarios.
La escultura, por su parte, quedó limitada a los relieves con que se decoraban piezas del ajuar doméstico y a muestras aisladas (leones del "Patio de los Leones"de Granada).
La arquitectura fue, por lo tanto, la gran manifestación artística del mundo musulmán.
De todas las artes, la arquitectura
constituyó la mayor manifestación en el mundo musulmán
Características de la arquitectura musulmana
Como punto de partida, debe señalarse que en el arte de construir, el núcleo árabe que originó la civilización musulmana no aportó nada. La arquitectura musulmana surgió, tras la etapa expansiva, en Siria durante la época Omeya y como resultado de unir influencias muy variadas, procedentes principalmente de Bizancio, Persia y Egipto.
Entre las características más destacadas de la arquitectura musulmana pueden señalarse las siguientes:
Ausencia de simetría.
Las obras parecen realizarse sin un plan preconcebido.
Mayor tendencia al desarrollo horizontal que al vertical.
Con frecuencia, tan sólo los minaretes de las mezquitas parecen despegarse del suelo.
Poco interés por los problemas constructivos.
La arquitectura musulmana no aportó ninguna solución novedosa.
Gran importancia de la decoración, sobre todo interior.
Escaso empleo de la piedra trabajada en sillares.
Con frecuencia la obra se realiza con materiales poco nobles que posteriormente recubren con yeso decorado, mármol, cerámica, etc.
Gusto por las cúpulas. Serán muy variadas, sobre todo en la arquitectura musulmana oriental.
Utilización del arco de herradura, de medio punto, apuntado, lobulado, etc. En Al-Ándalus se prefirió el de herradura de origen visigodo.
Arquitectura predominantemente religiosa: mezquitas, tumbas y madrasas (escuelas coránicas).
Periodos y centros de la arquitectura musulmana
La evolución de la arquitectura del mundo islámico puede dividirse en dos grandes periodos, en cada uno de los cuales aparecen distintas escuelas o centros que marcan unas tendencias propias.
El primer periodo tuvo su comienzo con la llegada de los Omeyas y se prolongó hasta el siglo XI. Durante ese tiempo destacaron como centros Siria (durante los Omeyas), Iraq (durante los Abbasidas) y Al-Ándalus (durante el Califato Omeya independiente).
El segundo periodo, más complejo, duró hasta el siglo XVI y se abrió con la llegada de los turcos Selyúcidas. En esta época, rota ya la gran unidad musulmana, en Oriente, cada grupo político que se independizaba o cada invasor que se incorporaba al mundo musulmán imponía sus propios criterios estéticos. No obstante, destacó por su notable influencia la llegada de los turcos otomanos.
En Occidente, mientras tanto, dos pueblos marcaron la evolución de la arquitectura de Al-Ándalus y del norte de África: los Almorávides y los Almohades, hasta que, en el siglo XIII, apareció la esplendorosa dinastía Nazarí.
El arte constructivo de influencia islámica se extendió hasta el siglo XIX a través de los mongoles e hindúes de fe musulmana.
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