Frases célebres
Voltaire (François-Marie Arouet) - 3ª parte
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- Los pueblos a quienes no se hace justicia se la
toman por sí mismos más tarde o más pronto.
- La religión mal entendida es una fiebre que
puede terminar en delirio.
- Hay que saber que no existe país sobre la tierra
donde el amor no haya convertido a los amantes en
poetas.
- Debemos amar a nuestro país aunque nos trate
injustamente.
- La naturaleza vuelve a los hombres elocuentes en
las grandes pasiones y en los grandes intereses.
- La dicha no es más que sueño, y el dolor la
realidad.
- El hombre se precipita en el error con más
rapidez que los ríos corren hacia el mar.
- Los periódicos son los archivos de las
bagatelas.
- Conviene siempre esforzarse más en ser
interesante que exacto; porque el espectador lo
perdona todo menos el sopor.
- Nadie se da la muerte en un exceso de razón.
- El que sospecha invita a traicionarlo.
- Cada uno besa temblando la mano que nos
encadena.
- Sólo es posible afirmar en geometría.
- Las discusiones metafísicas se parecen a los
globos llenos de aire; cuando revientan las vejigas,
se observa cómo sale el aire y no queda nada.
- El placer da lo que la sabiduría promete.
- La providencia nos ha dado el sueño y la
esperanza como compensación a los cuidados de la
vida.
- La ciencia es como la tierra; sólo se puede
poseer un poco de ella.
- ¡Cuán querida es de todos los corazones buenos
su tierra natal!
- Los males llegan volando y se alejan renqueando.
- En la geometría no existen sectas.
- No siempre podemos agradar, pero siempre podemos
tratar de ser agradables.
- Cuando el espíritu está abatido, es menester
sacudirlo.
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