Frases célebres
Napoleón Bonaparte - 2ª parte
1
2
3
- La mejor forma de cumplir con la palabra
empeñada es no darla jamás.
- A la mayor parte de los que no quieren ser
oprimidos no les disgustaría ser opresores.
- Podemos detenernos cuando subimos, pero nunca
cuando descendemos.
- La policía a veces inventa más de lo que
descubre.
- Una gran reputación es un gran ruido: cuando más
aumenta, más se extiende; caen las leyes, las
naciones, los monumentos; todo se desmorona. Pero el
ruido subsiste.
- Discutir en el peligro es apretar el dogal.
- Si la perfección no fuera quimérica, no tendría
tanto éxito.
- Hay tantas leyes que nadie está seguro de no ser
colgado.
- Se puede aplastar una nación religiosa, pero no
dividirla.
- La muerte es un ensueño sin ensueños.
- La diplomacia es la política en traje de
etiqueta.
- La victoria pertenece al más perseverante.
- De lo sublime a lo ridículo no hay más que un
paso.
- El mal de la calumnia es semejante a la mancha
de aceite: deja siempre huellas.
- A veces una batalla lo decide todo, y a veces la
cosa más insignificante decide la suerte de una
batalla.
- Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el
refugio de los cobardes.
- El coraje no se puede simular: es una virtud que
escapa a la hipocresía.
- Si quieres tener éxito, promete todo y no
cumplas nada.
- Nos batimos más por nuestros intereses que por
nuestros derechos.
- Tan tranquilas son las personas honradas y tan
activas las pícaras, que a menudo es necesario
servirse de las segundas.
- Si la obediencia es el resultado del instinto de
las muchedumbres, el motín es el de su reflexión.
- Las batallas contra las mujeres son las únicas
que se ganan huyendo.
- Cada uno de los movimientos de
todos los individuos se realizan por tres únicas
razones: por honor, por dinero o por amor.
1
2
3