Frases célebres
Henry Frederic Amiel - 1ª parte
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- La duda en el amor acaba por hacer dudar de
todo.
- La crítica convertida en sistema es la negación
del conocimiento y de la verdadera estimación de las
cosas.
- La vida es un aprendizaje de renunciamiento
progresivo, de continua limitación de nuestras
pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestra
fuerza, de nuestra libertad.
- No niego los derechos de la democracia; pero no
me hago ilusiones respecto al uso que se hará de
esos derechos mientras escasee la sabiduría y abunde
el orgullo.
- ¿Qué es un espíritu cultivado? Es el que puede
mirar las cosas desde muchos puntos de vista.
- Un error es tanto más peligroso cuanta más
cantidad de verdad contenga.
- La vida no es más que un tejido de hábitos.
- Lo bello es superior a lo sublime, porque es
permanente y no sacia, mientras que lo sublime es
relativo, pasajero y violento.
- Mil cosas avanzan. Novecientas noventa y nueve
retroceden. Esto es el progreso.
- Mira dos veces para ver lo justo. No mires más
que una vez para ver lo bello.
- Tu cuerpo es templo de la naturaleza y del
espíritu divino. Consérvalo sano; respétalo;
estúdialo; concédele sus derechos.
- La bondad es el principio del tacto, y el
respeto por los otros es la primera condición para
saber vivir.
- Una manera laboriosa de no ser nada, es serlo
todo; de no querer todo; de no querer nada, es
quererlo todo.
- El hombre que pretende verlo todo con claridad
antes de decidir nunca decide.
- El tiempo no es sino el espacio entre nuestros
recuerdos.
- El hombre se eleva por la inteligencia, pero no
es hombre más que por el corazón.
- Hacer con soltura lo que es difícil a los demás,
he ahí la señal del talento; hacer lo que es
imposible al talento, he ahí el signo del genio.
- Dime lo que crees ser y te diré lo que no eres.
- Vivimos mientras nos renovamos.
- Cuanto más se ama más se sufre.
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