Frases célebres
Francisco de Quevedo - 1ª parte
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- Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir.
- Si quieres que te sigan las mujeres, ponte
delante.
- Lo mucho se vuelve poco con sólo desear otro
poco más.
- La hipocresía exterior, siendo pecado en lo
moral, es grande virtud política.
- Ningún vencido tiene justicia si lo ha de juzgar
su vencedor.
- Si haces bien para que te lo agradezcan,
mercader eres, no bienhechor; codicioso, no
caritativo.
- El amor es fe y no ciencia.
- Donde hay poca justicia es un peligro tener
razón.
- Lo que en la juventud se aprende, toda la vida
dura.
- Vive sólo para ti si pudieres, pues sólo para ti
si mueres, mueres.
- Bien puede haber puñalada sin lisonja, mas pocas
veces hay lisonja sin puñalada.
- Todos deseamos llegar a viejos; y todos negamos
que hemos llegado.
- El general ha de ser considerado, y el soldado
obediente.
- Hay libros cortos que, para entenderlos como se
merecen, se necesita una vida muy larga.
- El ocio es la pérdida del salario.
- Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse
apocar es vileza y delito.
- Más fácil es escribir contra la soberbia que
vencerla.
- Quien deja vivo al ofendido, ha de temer siempre
a la venganza.
- Muchos son los buenos, si se da crédito a los
testigos; pocos, si se toma declaración a su
conciencia.
- Mejor se puede disculpar el que se muere de
miedo, que el que de miedo se mata: porque allí obra
sin culpa la naturaleza; y en éste, con delito y
culpa, el discurso apocado y vil.
- La posesión de la salud es como la de la
hacienda, que se goza gastándola, y si no se gasta,
no se goza.
- Menos mal hacen los delincuentes que un mal
juez.
- El amor es la última filosofía de la tierra y
del cielo.
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