
Frases célebres
Concepción Arenal - 1ª parte
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- La injusticia, siempre mala, es horrible
ejercida contra un desdichado.
- La caridad es un deber; la elección de la forma,
un derecho.
- En muchos casos hacemos por vanidad o por miedo,
lo que haríamos por deber.
- El error es un arma que acaba siempre por
dispararse contra el que la emplea.
- Los grandes egoístas son el plantel de los
grandes malvados.
- ¿Los pobres serían lo que son, si nosotros
fuéramos lo que debiéramos ser?
- Colectividad que no sabe pensar, no puede vivir.
- Entre los que son igualmente malos no hay paz si
no es la impuesta por el miedo de alguno que es
peor.
- El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es
un gran maestro.
- Abrid escuelas y se cerraran cárceles.
- Un hombre aislado se siente débil, y lo es.
- Cuanto más se dividen los obstáculos son más
fáciles de vencer.
- Sustituir el amor propio con el amor de los
demás, es cambiar un insufrible tirano por un buen
amigo.
- Todo poder cae a impulsos del mal que ha hecho.
Cada falta que ha cometido se convierte, tarde o
temprano, en un ariete que contribuye a derribarlo.
- Hay tanta justicia en la caridad y tanta caridad
en la justicia que no parece loca la esperanza de
que llegue el día en que se confundan.
- Cuando la culpa es de todos, la culpa no es de
nadie.
- El dolor es la dignidad de la desgracia.
- No es tan culpable el que desconoce un deber
como el que lo acepta y lo pisa.
- El pobre se arruina en el momento en que deja de
ser sobrio.
- La compasión, buena siempre, es en muchos casos
la celestial precursora de la justicia.
- La sociedad no puede en justicia prohibir el
ejercicio honrado de sus facultades a la mitad del
género humano.
- El tedio es una enfermedad del entendimiento que
no acontece sino a los ociosos.
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