Frases célebres
Charles Baudelaire - 1ª parte
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- El Odio es un borracho al fondo de una taberna,
que constantemente renueva su sed con la bebida.
- El amor es un crimen que no puede realizarse sin
cómplice.
- Para conocer la dicha hay que tener el valor de
tragársela.
- ¡Ah qué grande es el mundo a la luz de las
lámparas! ¡Y qué pequeño es a los ojos del recuerdo!
- Jamás es excusable ser malvado, pero hay cierto
mérito en saber que uno lo es.
- Hay que ser sublime sin interrupción. El dandy
debe vivir y morir ante el espejo.
- Lo que hay de embriagador en el mal gusto es el
placer aristocrático de desagradar.
- En un acto social, cada uno disfruta de los
demás.
- La vida es un hospital donde cada enfermo está
poseído por el deseo de cambiar de cama.
- No se puede olvidar el tiempo más que
sirviéndose de él.
- La fatalidad posee una cierta elasticidad que se
suele llamar libertad humana.
- ¡Ay los vicios humanos! Son ellos los que
contienen la prueba de nuestro amor por el infinito.
- El gusto de la concentración productora debe
reemplazar, en un hombre ya maduro, al gusto de la
desperdigación.
- Lo bello es siempre raro. Lo que no es
ligeramente deforme presenta un aspecto inservible.
- Que procedas del cielo o del infierno, qué
importa, ¡Oh, Belleza! ¡monstruo enorme, horroroso,
ingenuo! Si tu mirada, tu sonrisa, tu pie me abren
la puerta de un infinito que amo y jamás he
conocido.
- Las naciones son como ciertas familias; sólo a
pesar suyo tienen grandes hombres.
- El genio no es más que la infancia recuperada a
voluntad.
- Esa necesidad de olvidar su yo en la carne
extraña, es lo que el hombre llama noblemente
necesidad de amar.
- Para no ser los esclavos martirizados del
tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! con
vino, poesía o virtud, a vuestra guisa.
- Una gran sonrisa es un bello rostro de gigante.
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