Frases célebres
Benjamin Franklin - 1ª parte
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- ¡Arriba, haragán! ¡No desperdicies la vida! Ya
dormirás bastante en la sepultura.
- El sabio consigue más ventajas por sus enemigos
que el necio por sus amigos.
- Ten tus ojos bien abiertos antes del matrimonio;
y medio cerrados después de él.
- El hombre descontento no encuentra silla cómoda.
- El que vive de esperanzas corre el riesgo de
morirse de hambre.
- Si haces lo que no debes, deberás sufrir lo que
no mereces.
- Invertir en conocimientos produce siempre los
mejores beneficios.
- El hambre espía en la casa de los pobres, pero
si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a
entrar.
- Toma consejo en el vino, pero decide después con
agua.
- Carecer de libros propios es el colmo de la
miseria.
- Siempre tendremos razones para estar enfadados,
pero esas razones, rara vez serán buenas.
- Las puertas de la sabiduría nunca están
cerradas.
- Por un clavo se perdió una herradura, por ésta
un caballo, y por éste el jinete, que fue capturado
y muerto por el enemigo.
- No hay mejor predicador que la hormiga, que no
dice nada.
- La necesidad nunca hizo buenos negocios.
- La ociosidad, como el moho, desgasta mucho más
rápidamente que el trabajo.
- Bastante, significa un poco más de lo que cada
uno posee.
- Nada existe más dulce que la miel. Excepto el
dinero.
- El cielo cura y el médico cobra la minuta.
- No perdáis una hora, porque no estáis seguros de
un minuto.
- Ninguna nación fue arruinada jamás por el
comercio.
- Las leyes demasiado benignas rara vez son
obedecidas; las demasiado severas, rara vez
ejecutadas.
- Un hoy vale por dos mañanas.
- O caminamos todos juntos hacia la paz, o nunca
la encontraremos.
- Si quieres conocer el valor del dinero, trata de
pedirlo prestado.
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