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Origen/distribución: Asia tropical
Familia: Balsamináceas

l género Impatiens pertenecen unas cuantas especies corrientemente utilizadas en jardinería, tanto anuales como vivaces, susceptibles de ser cultivadas a pleno aireo que requieren el resguardo de un invernadero. De todas ellas, sin duda la más popular es la balsamina, tanto por sus méritos decorativos como por sus virtudes medicinales.

La balsamina fue introducida desde antiguo en Europa. Se cree que hacia el año 1596 llegó procedente de la India, ya que esta planta es nativa de las regiones tropicales de Asia, al parecer.

Balsamina (Impatiens balsamina / B. hortensis)

Es una planta anual con tallos jugosos que apenas si sobrepasan los 50 cm; éstos son muy derechos y normalmente están muy ramificados y cubiertos de numerosas hojas, de un alegre color verde, con pecíolos cortos, contorno lanceolado y márgenes suaves pero regularmente aserrados. En la axila de estas hojas, sobre todo en las que se sitúan hacia la parte superior, nacen las flores, de color variable entre el blanco, el amarillento o rojizo, pero más comúnmente en tonalidades rosadas o purpúreas y con una corola muy característica. Van provistas de un gran espolón.

Pueden ser también simples, dobles o semidobles, según el número de pétalos que las formen. Aparecen abundantemente en verano. A partir de las balsaminas silvestres se han desarrollado unas cuantas variedades de jardinería, unas de tamaño enano, otras con flores similares a las camelias y toda una serie con flores dobles y color rosa, malva, rojizo, etc.

Reproducción/cultivo/otros datos de interés

Para su cultivo en maceta como planta de interior bastará con sembrar a finales de marzo las semillas en tierra rica y arenosa, en la misma maceta donde se vaya a cultivar. La siembra dará mejores resultados si la maceta recibe calor de fondo; para ello, bastará con colocarla en situaciones soleadas o sobre los radiadores de la calefacción, si éstos no alcanzan temperaturas demasiado elevadas (en este caso, habrá de cuidarse especialmente la humedad. En los primeros días de vida de las plántulas, se cuidará de que la maceta drene perfectamente y se situará en zonas bien iluminadas, girando el tiesto de forma que la planta crezca simétricamente).

Será conveniente también algún abonado. Al exterior se multiplica en semillero con una ligera protección (una caja con cubierta de cristal, un túnel de plástico, etc.) A principios de mayo, las plantitas estarán dispuestas para ser trasplantadas al lugar definitivo; en climas marítimos este trasplante puede efectuarse antes, con lo que la planta tendrá un desarrollo más temprano.

Muy amigos de los suculentos tallos de las balsaminas son los caracoles, babosas, etc., por lo que se debe vigilar el crecimiento numérico de estos animalillos. Si se quieren mantener lozanas a estas plantas.

Son plantas muy utilizadas en todo tipo de macizos florales, así como jardineras o macetas, como plantas de interior. En este último caso, tienen la gran ventaja de florecer abundantemente aunque la luz no sea demasiado intensa, propiedad que también puede ser aprovechada en los jardines si se quieren tener floridas en verano las zonas situadas debajo de los árboles.

Entre sus virtudes medicinales, quizá la más celebrada era su uso como cataplasma para la cura de las heridas. En algunos países orientales también se empleaba para teñir la piel.



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