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Origen/distribución: Pirineos, Cordillera Cantábrica
Familia: Liliáceas

i entre las especies del género Lilium, que son casi un centenar, hay algunas (sobre todo los híbridos) de difícil cultivo, sin embargo hay otras bastante más sencillas de mantener. Entre ellas, están L. pyrenaicum, que vive de forma espontánea en los Pirineos; L. martuagon, de casi todas las montañas europeas y de Siberia, también presente en la península ibérica en los sistemas montañosos de su mitad septentrional; L. Candidum, del sudoeste de Asia, Grecia y Yugoslavia; L. hansonii, de la China, etc.

L. pyrenuicum, o azucena de los Pirineos, es una planta perenne, bulbosa; de los bulbos nacen tallos erectos que pueden alcanzar hasta 1 m de altura. Las hojas se esparcen a lo largo del tallo y son de color verde oscuro, acintadas, de 13 x 2 cm, recurvadas hacia la base del tallo, con el haz finamente ciliado y el envés glabro; en el ápice del tallo se pueden reunir hasta 12 flores amarillentas o anaranjadas sobre largos pedúnculos, también curvados hacia la base.

Azucena de los Pirineos (Lilium pyrenaicum)

Su área se reduce a los Pirineos y a la cordillera Cantábrica, pero por su fácil cultivo y la belleza de sus flores se utiliza frecuentemente en jardinería. Muy próximo es L. martagon, que se diferencia fácilmente por sus flores de color rosado, rojizo O púrpura (raramente blancas) por sus hojas, generalmente verticiladas. Es una planta más robusta; sus tallos pueden alcanzar 1,80 m de altura y sus hojas son mayores, de 16 x 6,5 cm. También Cercano es L. hansonii, de flores amarillo-anaranjadas. Estos dos últimos han sido cruzados frecuentemente y han dado lugar a toda una serie de híbridos, rústicos y vigorosos, con flores desde el color marfileño al amarillo, anaranjado y marrón. Muy diferente, por el contrario, es L. candidum (la azucena por excelencia, o azucena de la Virgen), frecuentemente utilizado en maceta. Tallos de hasta 2,5 m, hojas de 20 x 2,5 cm y flores blancas grandes.

Reproducción/cultivo/otros datos de interés

Todas las especies nombradas son rústicas y necesitan suelos con buen drenaje, pero el mayor cuidado debe observarse en la plantación. Los bulbos de las azucenas nunca están totalmente en reposo, por lo que hay que trasplantarlos lo más pronto posible después de su extracción.

La profundidad de plantación varía: así, en L. Candidum, deben estar recubiertos por un máximo de 3 cm de tierra, mientras que en L. pyrenaicum y L. martagon deben estar a una profundidad de aproximadamente 15 cm (ya que, por encima del bulbo, desarrollan unas raíces nutritivas) .La mejor época es entre noviembre y diciembre en los climas templados, o febrero-marzo en los muy fríos o húmedos.

Las azucenas son plantas muy voraces en su época de crecimiento y floración. Necesitan terrenos ricos, suelos muy humíferos y con poco calcio, así como frecuentes riegos que los mantengan constantemente húmedos, aunque no encharcados.



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