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Origen/distribución: América Central, del Sur y Caribe
Familia: Amarilidáceas

odos los amarilis poseen unos enormes bulbos, que deben plantarse en otoño, en macetas individuales de 13 a 17 cm de diámetro, dejando al menos un tercio del bulbo asomando. Es conveniente sumergirlos en agua templada antes de plantarlos.

De este género existen numerosos híbridos de tal perfección que son conocidos como "monstruos de los bulbos". Bajo el término Hipeastrum hybridum Hort. se agrupan numerosas formas hortícolas obtenidas a partir de especies primitivas; entre ellas cabe destacar Hippeastrum vittatum, que se recoge en una ficha aparte, originario de las zonas montañosas de Perú; H. reginae, procedente de algunas regiones de América austral, y seguramente también H. equestre, de las Antillas.

Amarilis, híbridos (Hippeastrum hybridum)

Los híbridos tienen importancia tanto por la variedad de color como por la morfología: en definitiva, se trata de obtener flores de amarilis que resulten extraordinariamente bellas, según determinados criterios. Un híbrido de gran calidad es aquél que presenta los pétalos de la flor con coloración uniforme, siendo menos apreciados los amarilis que tienen motas o estrías en los pétalos. Igualmente, se consideran híbridos de calidad los que presentan los pétalos suavemente redondeados por el extremo, en lugar de ser puntiagudos, y también cuando el híbrido contribuye a realzar los elementos de la flor (filamentos, pistilos, etc.), haciéndolos más evidentes.

Reproducción/cultivo/otros datos de interés

En general, todos los híbridos requieren el mismo cuidado que las especies originales. El período de floración se extiende de la primavera a finales de verano. Se trata de bulbos caros, en comparación con otras bulbosas, por lo que se suelen mantener en macetas dentro de casa.

Debe exponerse a pleno sol o semisombra, evitando siempre las corrientes de aire. Se reproducen mediante división de bulbos durante el período de reposo.

Los riegos deben ser al principio del período vegetativo, muy escasos. Aumentar el ritmo hasta el período de floración (cada dos días) y rebajando los riegos hasta hacerlos desaparecer por completo en cuanto las hojas comiencen a amarillear.

Le conviene tierra de bosque con arena, tierra arcillosa y estiércol descompuesto.



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