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Origen/distribución: Cuenca mediterránea/muy extendida
Familia: Labiadas

lrededor de 30 especies forman el género Lavándula. La mayoría proceden de las regiones circunmediterráneas, pero también están presentes en las islas macaronésicas (Canarias, Azores, Madeira y Cabo Verde), la India y algunas zonas de África oriental (Somalia, Etiopía, etc.).

En España son especies muy frecuentes en los matorrales, sobre suelos secos y pedregosos. Abunda el grupo de L. stoechas (llamado vulgarmente cantueso) y el de L. latifolia (alhucemas o espliegos), las primeras comúnmente en zonas silíceas y las segundas en zonas calizas. Todas se reconocen fácilmente por su olor a lavanda, de donde les viene el nombre genérico de Lavandula; con una especie cultivada de este género (L. angustifolia) se fabrica la colonia de lavanda.

Alhucema rizada (Lavandula dentata)

Son pequeñas matas que rara vez sobrepasan el metro de altura (hay datos excepcionales de 2 m), con las hojas siempre estrechas, opuestas y corrientemente con "pincelitos" de hojas algo menores en las axilas de las mayores. Lo más característico son las espigas floríferas que coronan los tallos (ver imagen). Las flores son siempre bastante pequeñas y de color azulado o liliáceo, de forma que lo más visible de la inflorescencia son las brácteas florales.

La alhucema rizada (L. dentata) es una especie que en la península habita en las zonas calizas costeras, y sus cercanías, de todo el Levante y litoral andaluz (se extiende también por el norte de África, Macaronesia y Baleares). Forma una mata de hasta 1 m de altura, de color verde grisáceo por el tomento de sus tallitos y hojas. Estas son de hasta 35 mm y contorno muy dentado (de ahí lo de dentata). Sus flores son pequeñas y se reúnen en la típica espiga, que en este caso es de 2,5 a 5 cm y tienen un color púrpura.

Reproducción/cultivo/otros datos de interés

Esta planta es de gran valor para su cultivo en los jardines mediterráneos costeros. Con ella se pueden rellenar arriates, formar setos bajos y bordes de caminos, tapar bases de muretes, tapizar rocallas, etc., y todo ello a muy bajo costo económico, hídrico y de trabajo.

Es rústica, siempre y cuando el clima no se vuelva extremadamente crudo. No tiene exigencias respecto al suelo, si bien lo prefiere algo calizo y no demasiado húmedo. necesita, para una buena floración, situaciones muy soleadas. Proporciona una floración continuada en los suaves climas costeros durante gran parte del invierno y la primavera.

Su reproducción es muy sencilla de efectuar mediante división de las matas. Si en la zona de nuestro jardín se encuentra silvestre, éste será sin duda el sistema más económico, si se tiene el debido respeto a la naturaleza y se conforma uno con entresacar las matas más jóvenes que, por otro lado, son las que mejor arraigan.

También se pueden reproducir por esquejes plantados en suelos arenosos, donde enraízan fácilmente en cualquier época del año.

Por último, la siembra de las semillas puede realizarse en semillero o al aire libre y en el lugar definitivo, preferentemente en la primavera temprana o a finales del invierno.



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