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Origen/distribución: Australia/África
Familia: Compuestas

omponen este género hasta 90 especies, repartido geográficamente entre Australia y África del Sur. El nombre vulgar de inmortales que reciben en la mayoría de las lenguas es debido a la larga duración de sus flores aunque, en sentido estricto, no son sus flores las inmortales, sino una serie de filas de brácteas que rodean la cabezuela floral, con tacto escarioso y coloración petalóidea (blanquecina, amarillenta o rosada).

Alas de sol (Helipterum spp. / Acroclinium, Roccardia)

Son plantas en su mayoría herbáceas, vivaces o anuales, frecuentemente tomentosas; llevan hojas alternas, enteras y flores reunidas en la típica cabezuela, que puede ir solitaria o reunirse en grupos. Lo más característico son las brácteas aludidas (que pueden ser de colores variados, como se muestra en la imagen). Los frutos, en aquenio, llevan un vilano llamativamente plumoso y en ello se debió fijar de Candolle al crear el género Helipterum (que en griego es un compuesto de sol y alas, de donde viene el nombre popular "alas de sol").

La especie H. roseum es natural de Australia y es una planta anual, glabra, de hasta 60 cm de altura, con la mayoría de los tallos simples o ramosos sólo en la base. Sus hojas son numerosas, lineares y las cabezuelas tienen las típicas brácteas petaloides. De esta especie hay numerosas formas de jardinería llamadas "dobles", con brácteas numerosas.

También australiana y competidora en los cultivos es H. humboldtianum. Se diferencia de la anterior por el menor tamaño de las cabezuelas (que se reúnen en densos corimbos en el extremo de las ramillas). De idéntico origen  es H. manglesii, con cabezuelas grandes y solitarias (o en pequeños grupos) como en H. roseum, pero con las hojas anchas, elípticas u ovadas.

Reproducción/cultivo/otros datos de interés

Las tres especies citadas son plantas muy recomendables para la formación de arriates floridos. Su siembra puede hacerse en el mismo lugar de destino a finales de abril. Deberá efectuarse sobre tierra ligera y a pleno sol.

Comienzan a florecer en el mes de junio y así permanecen al menos hasta septiembre. Soportan bien el calor para acelerar su desarrollo, en macetas de turba, y luego llevarlas al lugar definitivo. El suelo ha de ser siempre arenoso y ligero.

Aparte de su utilización en jardinería, son plantas frecuentemente cultivadas para la confección de ramos secos.



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