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Origen/distribución: Europa
Familia: Orquidáceas

as Orquidáceas son una familia de especies muy numerosa distribuidas por todo el mundo. Son apreciadas por la belleza espectacular de sus flores. Las orquídeas son cultivadas en gran número y se han conseguido numerosos híbridos con ellas, y a menudo alcanzan altísimos precios en el mercado. Muchas especies de orquídeas, sin embargo, están en peligro de extinción debido a la destrucción sistemática de sus hábitats.

Las orquídeas poseen varios caracteres, la mayoría de ellos relacionados con sus flores, que las distinguen de otras familias. Las semillas de las que se desarrollan las plantas son minúsculas y el fruto, en cápsula, produce numerosísimas de esas semillas, del orden de un millón o más. Para germinar, las semillas necesitan la ayuda de un hongo en una relación simbiótica muy especial. El periodo de germinación dura cuatro años o incluso más.

Abejera becada (Ophrys scolopax)

Las hojas son alternas, a menudo en dos filas raramente opuestas. Son simples, carnosas y abrazan más o menos el tallo en la base. Lo que más distingue a las orquídeas son las flores: suelen ser bisexuales y crecen solitarias, en espigas, en racimos o en panículos. De los pétalos, dos son laterales y parecidos entre si; y el dorsal, el llamado labelo, es el que da la característica típica de la flor. Las flores presentan una amplia gama de colores.

Un carácter llamativo de estas plantas es su polinización por insectos, favorecida tanto por las formas de las flores, que recuerdan a insectos, como por los aromas muy agradables que despiden.

El género Ophrys abarca unas 30 especies de orquídeas terrestres, nativas de Europa. Entre ellas, O. scolopax, la que ilustra esta ficha, es una planta que alcanza entre 10 y 25 cm de altura. Suele producir de 3 a 8 flores, con los sépalos y los pétalos laterales de color rosáceo. El labelo suele ser de color púrpura o acastañado, de aspecto aterciopelado y con cinco manchas cristalinas dispuestas en sus bordes.

Reproducción/cultivo/otros datos de interés

Florece en el mes de junio. Necesita exposiciones luminosas, incluso sol directo. Se desarrolla y florece con temperaturas moderadas, entre 10 y 20º C. Su multiplicación es relativamente fácil de obtener a partir de los tubérculos nuevos que produce la misma planta.

Le conviene riegos de 2 a 3 veces por semana durante la floración, y mantener los rizomas casi secos en invierno. Crece bien en tierra arenosa y rica en sustancias calcáreas.



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