RAPACES EN BIELORRUSIA: EL CERNÍCALO COMÚN

Cada año, este país del Este de Europa elige una de sus especies en peligro y la proclama pájaro del año. Se trata de una campaña de “Ahova ptushak Batskaushchyny” [Protejamos los pájaros de nuestro país] que trata de concienciar a la población del frágil mundo que nos rodea y que cada año tenemos menos avecillas a nuestro alrededor. Al alarmante descenso del gorrión común o los vencejos [hace unos días escuchaba en la transmisión en español de Radio Praga que habían visto reducida su presencia en el territorio checo en más del 50%] que se puede achacar a varias causas, aunque los ornitólogos tienen sus teorías al respecto, lo cierto es que el cultivo intensivo del territorio, el uso y abuso de los plaguicidas químicos y no se sabe qué, afectan a diferentes organismos que llegado un momento acabarán rompiendo la cadena alimenticia, sin insectos las aves especializadas en esta dieta lo tienen difícil.

En el año 2010 se escogió al familiar cernícalo (Falco tinnunculus) que tanto nos atraía cuando, siendo niños, nos poníamos a observarlo planeando los días soleados del verano en busca de pequeños reptiles, insectos e incluso otras avecillas que atrapaban con inusual puntería en los campos de cereales recién recogidos, en definitiva el campo abierto para su práctica diurna de la supervivencia, en los momentos de máxima actividad es fácil verlo prácticamente inmóvil a una determinada altura mientras otea su futura presa.

Se trata de una rapaz de pequeño porte pero de gran belleza, apenas alcanza los 35 centímetros de largo y unos 70 de envergadura, su peso ronda los 150 gramos (machos) y casi 200 (hembras). Vuelan batiendo sus alas y se precipitan de manera oblicua sobre sus presas. Aprovechan nidos, agujeros y árboles en descomposición para alojar a sus polluelos en el proceso de crianza, la puesta suele ser de 3 a 6 huevos que eclosionan hacia las cuatro semanas de incubación que suele darse en el primaveral mes de mayo, de cara a la mejor época para alimentar su nidada; especie habitual de Europa, Asia y cornisa norteafricana en donde se calcula una población de unas 750.000 parejas (en América encontramos el Falco sparcerius de similares características), se conocen una decena de subespecies. La primera catalogación la realiza Linneo en 1758, suele ser empleado para las primeras prácticas de cetrería por los aficionados que intentan introducirse en esta técnica que, en el medioevo, fue una de las atracciones preferidas entre los señores feudales.

En España, la bibliografía consultada nos da sobre 25.000 parejas en el mejor de los casos, siendo constante la baja en la estadística de la especie. Algunos autores afirman que la población aumenta en invierno debido al proceso migratorio de la especie que vive en el resto de Europa y baja buscando mejores condiciones climatológicas; actualmente está protegida por una ley de carácter estatal. En contra de lo que pudiéramos pensar, también se le puede considerar urbana; en Barcelona es fácil detectar el vuelo del cernícalo que a veces tiene alguna nidada en las atalayas capitalinas, también es fácil localizarlo en los acantilados de Montjuich y, suponemos, realizan alguna incursión contra las aves que a veces aparecen en la zona aeroportuaria.

El correo de Bielorrusia le dedicó un sello de 1000 Rublos que comenzó a circular el 19 de marzo, hubo un sobre y una tarjeta máxima que se cancelaron en Minsk (capital del país), muestra al cernícalo en vuelo en plena posición de observación dispuesto a lanzarse sobre su presa. Se emitió en minipliegos de 7+1 viñeta en la que aparece un ejemplar posado sobre el aislante que sostiene un cable. El diseño fue de Alexander Mityanin, se imprimió en offset y tirada de 70.000 ejemplares.

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JUAN FRANCO CRESPO
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