La denominada isla salvaje (así la bautizó James Cook al llegar aquí en 1774, realizó tres desembarcos), es una de las islas coralinas más grandes del mundo: apenas 259 km², se localiza al oeste de las Cook, nordeste de Nueva Zelanda -de quien dependen como micro-estado asociado a 2400 kilómetros-, al sudeste de las Samoa, 560 kilómetros y al este de las Tonga; geográficamente forma parte de las Cook, están administradas por un estatuto diferenciado y es uno de los estados más pequeños del mundo (sólo le supera la Ciudad del Vaticano).
Su formación coralina se superpone, sus alturas máximas apenas superan los 60 metros, siendo muchas veces el interior de la isla más bajo. Niue tiene forma redondeada, sin lugares de abrigo, sin puertos, sólo los escudos coralinos que la envuelven vienen a significar una pequeña defensa de su escaso territorio que está abocado a desaparecer si continúa subiendo el nivel del mar fruto del cambio climático que se inició prácticamente con la era industrial y se aceleró a finales del XX y el inicio del XXI: el consumo masivo e irresponsable de recursos está poniendo en peligro un planeta en el que todo está interrelacionado.
Una de las dos pequeñas bahías acoge la liliputiense capital de Alofi, la otra es Avatele; la población -una de las de menos densidad en todo el Pacífico- es de poco más de 1500 personas se concentran en la parte oeste, decrece año tras año debido a la emigración a Nueva Zelanda en donde viven unos 20.000 descendientes directos. El índice de natalidad es uno de los más altos de la región y lo mismo sucede con la esperanza de vida que está entre los 65-70 años; una carretera de poco más de 60 kilómetros circunvala la isla, la licencia de conducir se entrega de manera inmediata si el visitante presenta la de su país de origen, aunque los 40 kilómetros en las zonas pobladas y 60 a nivel general no son precisamente un atractivo para los amantes de la velocidad, algo que aquí prácticamente es desconocido y se vive con una pasmosa tranquilidad, como si el tiempo no tuviera ningún valor: un lugar ideal para el descanso aunque los establecimientos hoteleros no sean tampoco lujosos y los enlaces aéreos escasos.
Los primeros pobladores llegaron en sucesivas oleadas migratorias procedentes de las Samoa en el siglo X y la siguiente oleada desde las Tonga en el XVI, también encontramos de Tahití y las Cook, de esta mezcla de orígenes se generó el idioma niueano que tiene muchas similitudes con las lenguas de esos archipiélagos. El primer misionero, el pastor George Lawes, de la London Missionary Society llegó en 1861.
Los primeros sellos aparecen en 1902 como dependencia de Nueva Zelanda; en 1946 en directa relación con las Cook (de hecho los de estas últimas fueron los que se utilizaron desde 1892). Goza de un alto nivel de autogobierno que culmina el 19 de octubre de 1974 cuando logran el estatuto de estado asociado con Nueva Zelanda; su Asamblea es de 20 miembros que se eligen por las 14 villas y seis de forma directa a nivel insular, suele sesionar en el Fale Fono.
Su economía está altamente subvencionada por Nueva Zelanda, de ahí que los servicios gubernamentales sean prácticamente gratuitos y de alcance universal. De hecho al finalizar el siglo XX un tercio de la población trabajaba directamente para el gobierno y sus agencias. El turismo, la filatelia y las licencias de pesca complementan su economía y en los años noventa las autoridades pusieron sus ojos en el negocio bancario como paraíso fiscal y allí tienen su sede varios cientos de compañías de todo el mundo, especialmente del Pacífico, todas tratan de escapar de los tentáculos del fisco de sus países de origen.
Los sellos de 1902 fueron neocelandeses con la sobrecarga NIUE y la primera serie básica llega en 1920. Entre 1938-1945 llevaron la designación suplementaria de Cook Islands. Los primeros sellos tuvieron el sistema monetario expresado en lengua local: Taha (1), Tolu (3) y Ono (6), también se hablan dos dialectos polinesios, el Motu (zona norte) y el Tafiti (zona sur), pero prácticamente toda la población se entiende con ambos. Entre 1920-1927 las islas de Aitutaki, Penrhyn y Rarotonga, junto a Niue, emplearon diseños comunes para los signos postales de todas ellas.
Suele emitir pocos sellos, por lo general su servicio es exiguo y van destinados esencialmente al mercado filatélico, suelen tener una alta calidad y en la actualidad el emisor responsable es el correo de Nueva Zelanda que nos hizo llegar el pasado septiembre las fotografías de la nueva serie definitiva dedicada a idílicas vistas de la región, once sellos de 10-20-30-50c 1-1.20$ y 1.40-1.70-2-3-5$ con otros tantos paisajes que nos transportan a los idílicos mares del sur y franquean la correspondencia de los escasos visitantes desde el 14.09.09.
Los once ejemplares muestran el exotismo de estas islas prácticamente vírgenes que gozan de un clima privilegiado durante todo el año en el corazón del Pacífico. En el diseño de cada sello se ha incorporado el característico logotipo del turismo insular en donde la “i” de NIUE es una de sus muchas palmeras [niu quiere decir precisamente cocotero]; el diseño se realizó en cooperación con la Niue Philatelic and Numismatic Company (NPNC), el turismo local y los distribuidores, en exclusiva mundial, el correo de Nueva Zelanda que los ofrece a través de su web.
Los motivos filatelizados son el cocotero (10c), una bellísima puesta de sol (20c), la ballena Humpback que suele aparecer por sus aguas (30c), el arco iris sobre el bosque húmedo (50c), acantilados en la Bahía de Hio, norte de la isla (1$), los arcos de Talava en las cercanías de Hikutavake (1.20$), las piscinas naturales de Limu (1.40$), las cuevas de Limestone (1.70$), submarinismo en la zona de Limu en donde puede llegarse hasta los cien metros y observar las ballenas entre Junio y Octubre (2$), el paisaje costero delimitado por los clásicos cocoteros en primera línea de mar (3$) y atardecer en las cuevas de Liku, el facial más alto de la nueva serie básica (5$). En el matasellos de primer día aparece el cocotero que nos lleva automáticamente al logotipo turístico. También se lanzaron dos hojitas bloque (6 y 5 sellos respectivamente) y cuatro sobres de primer día (dos para los sellos y dos más para las hojitas). La impresión se realizó sobre papel Tullis Russell de 104 gramos en hojas de 25 ejemplares que fueron acabados en la Stamps & Collectables Business e impresos por la Southern Colour Printing una de las mejores firmas en la fabricación e impresión de efectos postales a nivel mundial, se realizaron en litografía offset.
www.nzpost.co.nz/niue
www.niueisland.com
james.tepuni@nzpost.co.nz
niuetourism@gmail.gov.nu
niuetourism@clear.net.nz
JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es
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