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FILATELIA CROATA: FAUNA EUROPEA, BUITRE EUROASIÁTICO

El correo de Croacia lanzaba cuatro bellos efectos dedicados a esta impresionante ave rapaz que cada vez es más escasa por sus territorios naturales: el objetivo es precisamente preservarla ante el constante descenso de la especie en su hábitat, de ahí que la emisión lleve el logo del simpático osito panda de la WWF.

En total son cuatro efectos de 4,60 Kunas y otras tantas escenas o momentos de la vida de esta bella criatura alada que tanto me impactó cuando, siendo niño, la contemplé en mi tierra natal [décadas después Félix Rodríguez de la Fuente se pasaría semanas esperando en los peñascos de la sierra cercana, tratando de obtener el momento en que la rapaz cazaba a su presa y rodaban pecho abajo tras una picada magistral y significó una de esas impactantes escenas del gran naturalista, que divulgó y entregó su vida a la naturaleza].

La Gyps fulvus suele localizarse por encima de los tres mil metros y es un buitre voluminoso, alas largas y anchas que le permiten planear con gran facilidad; suele ser de hábitos sedentarios, los más jóvenes suelen realizar migraciones y es habitual verlos cruzar, con la llegada de los fríos otoñales, la zona del Estrecho de Gibraltar camino de África, en busca de las zonas más cálidas próximas a la región senegalesa. Las observaciones llevadas a cabo por los aficionados croatas sugieren unas rutas migratorias circulares, pues algunos ejemplares marcados salieron camino de Austria, pasaron por España, Mauritania, Chad, etc., para ser detectados cuatro o cinco años más tarde en sus colonias de los territorios croatas.

Generalmente busca grandes acantilados para vivir (nidificar, dormir, etc., a salvo de depredadores) y suele cazar en terrenos abiertos, no desdeña los animales domésticos como las cabras u ovejas, especialmente los más jóvenes; aunque frecuentemente es de costumbres carroñeras y en realidad limpia el territorio en el que se asienta, especializado en las vísceras, tejidos blandos o estomacales de los que localiza incluso, a medio centenar de kilómetros de su dormidero habitual. Se calcula que en toda Europa no superan los 15.000 ejemplares. Evidentemente, la agricultura y ganadería intensiva y estabulada no le facilita los medios para sobrevivir y no es extraño existan zonas donde esté asentado gracias a su facilidad de comida [por ejemplo en la provincia de Teruel hay varios avistaderos o safaris para urbanitas que pagan para observarlos a la hora de la comida].

Su mayor envergadura alar suele alcanzar 2,80 metros que lo convierten en una de las criaturas de mayor tamaño en los cielos. Alcanza hasta 15 kilos en los ejemplares adultos más desarrollados y a veces supera los 160 kilómetros por hora en sus vuelos, asumen cotas de hasta 11.000 metros de altura. Sin duda uno de los más altos alcanzados por aves y debidamente documentados con las modernas técnicas y aparatos de radio con los que, a veces, son equipados y que deleitan a los televidentes con imágenes realmente impresionantes.

En Croacia sólo suele encontrarse en la zona de la Bahía de Kvarner donde nidifica incluso a tan sólo diez metros del nivel del mar. Los vuelos nupciales suelen realizarlos en pleno otoño y la hembra suele realizar una puesta de un huevo en el mes de enero, éste eclosionará casi dos meses después y entonces necesitará el polluelo casi cuatro meses de asistencia por parte de los progenitores hasta comenzar a iniciar su aventura de volar. Convertido en adulto iniciarán sus largos vuelos hacia los cinco años y retornarán al lugar de nacimiento y las islas adyacentes donde prácticamente permanecerán toda su vida.

Está totalmente protegida y hay censadas unas 100 parejas en el territorio croata, lamentablemente muchos jóvenes suelen morir al caer al mar debido a las fuertes perturbaciones del viento en esta parte del Adriático, se calcula que apenas sobrevive, en su primer lustro de vida, un 10% de las puestas, ello hace que la especie esté muy por debajo de los índices de reposición, aunque a su favor juega una edad que a veces supera los 30 años y en algunos casos, documentados mediante anillado y otras técnicas de seguimiento, han detectado adultos de hasta 60 años, según los datos obtenidos de Bird of Prey Conservation Centre; la Ornitological Station Rijeka y la Academia de Ciencias de Croacia, organizaciones que luchan porque esta y otras bellas criaturas sigan viviendo en la zona que posee unos extraordinarios acantilados, encantadoras bahías y una impresionante belleza (recordemos que esa parte del país tiene nada menos que cuatro parques naturales: Riisnjak, Plitvicka, Sjeverni Velebit y Paklenica, aunque en realidad el buitre es normalmente observado en los grandes acantilados del Golfo y las islas próximas).

JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es

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