Imagen cortesía mi-maleta.com
Un sitio dedicado a la ciencia y la tecnología, como el nuestro, no podía pasar por alto un tema recurrente cada vez que nos ponemos en viaje, como es el transporte y protección de nuestros equipos electrónicos, y especialmente uno de los elementos estrella de nuestra forma de vida actual: el ordenador portátil, la tablet o el smartphone.
En un tiempo pretérito, cuando el ordenador portátil era un objeto que no estaba al alcance de todas las clases sociales, eran sobretodo los empresarios, ejecutivos y personal administrativo los que se movían con este tipo de herramientas de su trabajo. Hoy en día, esas tecnologías se han socializado, y no sólo están al alcance de cualquier bolsillo, sino que incluso «dependemos» de ellas para sentirnos integrados y al mismo tiempo partícipes e interactivos en nuestro ejercicio comunicativo.
En consecuencia, viajar con nuestro equipo ya es una «necesidad». Pero nos hallamos ante aparatos más o menos delicados que requieren ser preservados contra las incidencias que puedan surgir en nuestros desplazamientos. La integridad de un ordenador portátil, por ejemplo, no sólo se puede ver condicionada por golpes ocasionales más o menos graves en su circuitería interna, sino también por los daños que pudiera sufrir uno de los elementos más sensibles y peligrosos de su conjunto: la batería. Las explosiones o incendios no son una extraña excepción en una batería, y de hecho tenemos conocimiento por los medios de comunicación que alguna empresa de renombre fabricante de baterías para móviles ha tenido siniestros en ese sentido. Los gases emanados de los productos químicos, los cuales suelen hallarse en una atmósfera controlada, podrían salir al exterior ante un accidente, como un golpe o caída de nuestro equipo que produjese grietas o derrames del electrolito, nada deseables si nos hallamos a bordo de un avión o medio de transporte cerrado.
Esta introducción nos debe hacer reflexionar sobre la mejor forma de proteger nuestros equipos durante el viaje. Ya no solo debemos preservar nuestra seguridad personal, debemos además pensar igualmente en la seguridad de los equipos que portamos.
Los ordenadores portátiles, seguido de las tablets, son quizá los aparatos que por su tamaño debemos prestar mayor protección en un traslado, pues suelen superar las 10″. Así como un smartphone no peligraría en un bolsillo interior de nuestra chaqueta; o una tablet transportada con su funda en algún compartimento de nuestra maleta o bolso de mano, el portátil sí requeriría de un maletín o bolsa específica, donde portar además otros complementos necesarios para su funcionamiento, como alimentador, batería de reserva, cables, dispositivos periféricos, etc.
Pero, ¿cómo elegir la bolsa o maletín más adecuados para nuestro portátil?
Un ejemplo de maletín para ordenador «AB Earth» fabricado en piel, con varios compartimentos accesibles externamente, además de los internos, que sirve para transportar nuestro equipo, documentos y objetos personales. Dispone de asa para portarlo de la mano, y correa para colgarlo al hombro o como mochila
Los criterios de selección pueden ser variados, dependiendo de tu forma de vida ¿eres estudiante, ejecutivo, viajero habitual…? Obviamente, a lo primero que deberíamos atender es a las características de seguridad, que nuestro equipo viaje protegido o al menos con bastantes garantías de salir airoso ante algún incidente ocasional, como un golpe, caída o derrame de productos líquidos sobre él, en este sentido sería deseable contar con un maletín que disponga de acolchado, sobre todo si lo vamos a llevar suelto. Pero tampoco tenemos que desdeñar la comodidad del transporte (por ejemplo una maleta para ordenador dotado de ruedas), los compartimentos disponibles, la facilidad de apertura y cierre, el correaje para llevar al hombro o como mochila, e incluso los materiales de fabricación (cuero, nailon, poliéster…)
Otro criterio del que no hemos hablado, pero que seguro está en la mente de todos, es el precio. Existe una gran variedad de materiales, orgánicos o sintéticos, que cumplen con la mayoría de nuestras necesidades sin vernos obligados a desembolsar un alto presupuesto. No es necesario invertir mucho dinero para conseguir un maletín funcional, seguro y acorde con nuestro estilo de vida. Te proponemos que explores tus opciones en base a los criterios descritos y, porque no, tus gustos personales.