Introducción
Desde hace mucho tiempo la botánica ha pasado del simple estudio de las características de cada una de las especies, su agrupamiento taxonómico, la fisiología de las plantas, a algo mucho más amplio: las relaciones que ligan unas especies con otras, y de entre todas ellas con el medio que las mantiene.
Este medio está constituido no sólo por el suelo, que puede ser de diferente naturaleza quimico-física y aun morfológica, sino por las condiciones atmosféricas, humedad, temperatura, insolación e incluso en el mismo suelo, la cantidad de agua, etc. Este conjunto de condiciones que podríamos llamar climático-edáficas (clima y suelo), caracteriza un grupo de plantas adecuado, las cuales, además de poder resistir o estar adaptadas a estas condiciones, deben poder vivir las unas en compañía de las otras.
La ecología vegetal es uno de los campos en los que la botánica ha dado un avance positivo, seguramente favorecida por la posibilidad de encontrar en la misma una aplicación de grandísimo interés práctico: cultivos, bosques, condiciones del terreno y su posible aprovechamiento, etc. Han sido varias las escuelas precursoras en el estudio de estas cuestiones. Entre ellas destacan la de Zurich-Montpellier o del profesor Braun-Blanquet, que fue su eximio fundador.
Definiciones
El conjunto de vegetales que se encuentran normalmente en un determinado paraje forman un agrupamiento, una comunidad, que cuando mantiene relaciones estrechas de continuidad se conoce con el nombre de asociación.
Las asociaciones están formadas por grupos de vegetales que mantienen estrechas relaciones de continuidad
Estas asociaciones pueden estar en equilibrio con el medio, o ser sólo un eslabón en una serie que conduce a la asociación estable u óptima. Esta estabilidad en el ambiente considerado se conoce con el nombre de clímax. En la clímax aunque existe competencia, ésta se halla equilibrada y no destruye la normal composición de la asociación de la clímax.
El conjunto de seres que se encuentran en un determinado ambiente, relacionados entre sí por exigencias ecológicas, forma una biocenosis, y el medio en que ésta se desarrolla, con todas las características antes señaladas, constituye un biotopo. La biocenosis, con sus posibles asociaciones subordinadas y las características ambientales del biotopo, están englobadas en lo que se denomina ecosistema.
En las asociaciones encontramos que diferentes tipos de ellas pueden mostrar a su vez distintas relaciones entre sí, constituyendo una unidad superior que se conoce con el nombre de alianza. Detallando más en la asociación, encontramos las sinusias, que podríamos considerar como las capas que constituyen las asociaciones a modo de estratos. Son típicas a este respecto las asociaciones de bosques tropicales; en la asociación fundamental podemos considerar el bosque perennifolio, pero en la parte inferior, con luz escasa, encontramos un estrato de plantas de costumbres umbrófilas, que están adaptadas a vivir en condiciones de poca luz y mucha humedad. Por el contrario, en la parte alta encontramos plantas que necesitan disponer de abundante luz: éstas se hallan constituidas por dos grupos importantes: las lianas trepadoras, que, enroscándose en los troncos de los árboles extienden su follaje a la parte alta, y las epífitas, que se desarrollan normalmente en las copas de los árboles. Por lo tanto, tenemos en la misma asociación dos estratos a distinguir: uno inferior, y otro situado en la parte alta, de acuerdo con las distintas necesidades lumínicas.
La contemplación de las zonas pobladas por vegetales nos lleva a la conclusión de que la existencia de superficies ocupadas por las asociaciones climácicas (constituyentes de la clímax vegetal) son pocas y, en general, poco uniformes. De esta manera, lo que en realidad encontramos en la panorámica de la vida vegetal es una u otra de las etapas de una serie de agrupamientos, que se irán sucediendo unas a otras hasta dar lugar a la que se considera óptima, dadas las circunstancias climatológicas y edáficas (del suelo) que rigen en la región.
Evolución de las comunidades
Desde el punto de vista del estudio ecológico vegetal, Interesa, pues, la visión dinámica de las comunidades desde su inicio hasta alcanzar la clímax (máxima estabilidad). La evolución no se produce de forma anárquica, sino ordenada, dando lugar a las denominadas sucesiones. Esto es lo mismo que considerar que las diferentes comunidades evolucionan ordenadamente como resultado de una competencia que constantemente se establece entre los distintos componentes y los que intentan suplantarlos, mejor adaptados a las condiciones generales del ambiente. Cuando se llega al final de esta serie o sucesión, en la clímax, no deja de existir la competencia entre los diferentes constituyentes de la asociación, pero en tal caso esta lucha se halla equilibrada, y la lucha con posibles especies invasoras, siempre existentes, tiene signo negativo para estas últimas.