ECOLOGÍA – HISTORIA – LAS INICIATIVAS ECOLÓGICAS DE LAS NACIONES UNIDAS

Desde su creación, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas han vivido la contradicción de ser la gran plataforma en donde se debaten los graves problemas que tiene planteada la humanidad, al mismo tiempo que se muestra como un instrumento terriblemente ineficaz, debido a los intereses contradictorios de los distintos gobiernos, principalmente las grandes potencias.


Las Naciones Unidas ha vivido la contradicción de ser la plataforma de debate de los problemas mundiales, y a la vez un instrumento altamente ineficaz propiciado por los intereses particulares de los propios Estados miembros

Incluso con esas limitaciones, las Naciones Unidas han sido el punto de cita obligado de la mayor parte de los científicos y políticos mundiales interesados por los problemas ambientales, por lo que no es de extrañar que los temas ecológicos hayan sido tratados en profundidad, sobre todo cuando han sido causa de una conferencia o programa a nivel mundial. Por ese motivo, incluso cuando los distintos gobiernos han descuidado el aplicar las recomendaciones de la ONU en sus programas políticos, la obra de sensibilización de la opinión mundial ha sido siempre importante y, a la larga, sus beneficiosas consecuencias se han hecho sentir en muchos de los Estados miembros.

Papel jugado por la UNESCO y la UICN

Desde los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, los temas ecológicos tuvieron notable interés en las Naciones Unidas, gracias sobre todo a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ( UNESCO) y a las actividades de los organismos medioambientalistas que lograron el estatuto de consultores de dicha Organización.

La anteriormente citada Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza y de sus Recursos (UICN) es, sin lugar a dudas, el ejemplo más significativo de esa etapa, ya que recogió la tradición de las ligas proteccionistas creadas desde principios del siglo XX, al mismo tiempo que, con el apoyo de la UNESCO, y de las Naciones Unidas, podía iniciar sus famosas Conferencias Técnicas Internacionales para la Protección de la Naturaleza (la primera de las cuales se celebró en una de las primeras sedes de las Naciones Unidas a pocos kilómetros de Nueva York, en Lake Success, en 1949). En sus sucesivas ediciones se han tratado muy variados temas ecológicos, tales como el paisaje rural, la flora y la fauna de los países densamente poblados, la problemática de los fuegos agrícolas, el impacto de las centrales hidroeléctricas, los insecticidas y herbicidas, la ecología del hombre en el medio tropical, la erosión y la civilización, etc.

Especialmente importante fue el Simposio celebrado en Arusha (Tanganika – Tanzania), en 1961, referente a la conservación de los parques naturales en los nuevos países independientes del continente africano, cuyas conclusiones fueron incluidas en el programa político formulado por los líderes de las naciones de África negra fundadores de la Organización de la Unidad Africana (OUA).

Arusha

Región de Tanzania de 82.098 km2. Contiene el riquísimo centro paleoantropológico del barranco de Olduvai y el Parque Nacional del Serengeti. Posee una importante producción de café.

La creciente problemática de la contaminación marina y la protección de las riquezas pesqueras

La lucha contra el cada día más preocupante problema de la contaminación de la atmósfera y de las aguas han dado pie a continuadas iniciativas por parte de las Naciones Unidas. Así, por ejemplo, la Organización Marítima Consultiva Intergubernamental (OMCI), fundada en 1948 para facilitar el intercambio de documentación técnica sobre el transporte marítimo, se vio obligada a crear un Comité para la Protección del Entorno Marino, ante el continuado vertido de productos petrolíferos y demás contaminantes en las aguas oceánicas.

Por su parte, en el orden del día de las distintas conferencias internacionales sobre derecho marítimo se constata una progresiva incidencia de la temática ecológica, no sólo en lo que se refiere al citado problema de la contaminación de las aguas, sino también al tratar sobre la explotación y conservación de las riquezas marítimas. La controversia acerca de las 200 millas de soberanía marítima en las zonas pesqueras, reafirmada principalmente por los países latinoamericanos de la costa del Pacífico, fue un claro ejemplo de esa nueva situación, sin precedentes en el pasado.

El primer gran debate sobre los recursos de la biosfera

Sin embargo, el primer gran debate ecológico a nivel internacional fue la Conferencia Internacional sobre la Utilización Racional y la conservación de los Recursos de la Biosfera, celebrada en París durante el mes de septiembre de 1968, organizada por la UNESCO, en colaboración con las Naciones Unidas, la FAO, la OMS, el Programa Biológico Internacional del Consejo Internacional de Uniones Científicas y la UICN, con una participación de 240 delegados procedentes de 63 países y de 90 representantes de organizaciones internacionales.

La llamada Conferencia de la Biosfera popularizó la imagen de Boulding, de la Tierra concebida como una nave espacial de 3.500 millones de pasajeros, con recursos limitados que deben ser racionalmente utilizados si queremos asegurar la supervivencia de la humanidad. Imagen auténticamente revolucionaria en un contexto «desarrollista», únicamente preocupado por conseguir un incesante crecimiento del PNB, considerado como supremo índice indicativo del progreso de los pueblos, ignorando el grave problema del paulatino agotamiento de los recursos naturales y aceptando como un mal menor necesario las consecuencias contaminantes del desarrollo industrial.

El resultado más notable de la Conferencia de la Biosfera: el Programa MAB

Uno de los frutos más interesantes de la Conferencia de la Biosfera celebrado en 1968, fue la propuesta de organizar un amplio programa ecológico interdisciplinar, aprobado por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1970 bajo el título de Hombre y Biosfera, conocido como Programa MAB, debido a las siglas así formadas a partir del título en inglés, Man and Biosphere. Este programa, iniciado en 1971, incluye cuatro fases de estudio y trece proyectos científicos. Las fases de estudio son las siguientes: análisis de los sistemas ecológicos, influencia del hombre sobre el medio ambiente y del medio ambiente sobre el hombre, nivel de integración en el espacio, previsión de las acciones a emprender.

Por otro lado, los trece proyectos científicos incluyen el estudio de los principales ecosistemas mundiales (selvas, pastos, desiertos, lagos, etc.), la conservación de zonas naturales y recursos genéticos, la investigación sobre las consecuencias de la utilización de pesticidas y abonos, la incidencia de las obras públicas en el entorno, los aspectos ecológicos de la utilización de la energía, las consecuencias de la evolución demográfica y genética, y la percepción de la calidad del entorno.


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