ECOLOGÍA GENERAL – LA FOTOSÍNTESIS – 9ª PARTE

La fotosíntesis, los combustibles fósiles y las nuevas necesidades energéticas

La fotosíntesis es también responsable de los combustibles fósiles (es decir, el petróleo, el carbón y el gas), una energía que es demandada por la sociedad industrial y el estilo de vida actual.

Estos combustibles se formaron en épocas pasadas, cuando las plantas verdes y pequeños organismos que se alimentaban de ellas crecieron más rápidamente de lo que tardaban en ser consumidos, quedando sus restos depositados y después sepultados en la corteza terrestre mediante sedimentación y otros procesos geológicos. Allí, protegidos de la oxidación atmosférica, estos restos orgánicos se convirtieron poco a poco en combustibles fósiles.


Los combustibles fósiles, como el carbón, son producto de los procesos geológicos desarrollados sobre plantas y organismos a lo largo de millones de años

Estos combustibles no sólo proporcionan hoy la mayor parte de la energía utilizada en industrias, hogares y transporte, sino que sirven también como materia prima para la producción de materiales plásticos y otros productos sintéticos. Desafortunadamente, la civilización moderna está utilizando y consumiendo en poco tiempo, el exceso de la producción fotosintética que lleva millones de años acumulada en la corteza terrestre.

Los requisitos de alimentos, materiales y energía en un mundo donde la población humana está creciendo rápidamente, han creado la necesidad de aumentar la cantidad y eficiencia de la fotosíntesis para la obtención de productos útiles para los humanos y su actual estilo de vida.

Una respuesta a estas necesidades, la llamada «Revolución Verde» iniciada en Estados Unidos de América en 1960 y después extendida al resto del mundo, logró notables mejoras en el rendimiento agrícola a través del uso de fertilizantes químicos, control de plagas y enfermedades de las plantas, así como el fitomejoramiento, la agricultura mecanizada, el cultivo y el cosechado. Este esfuerzo ha conseguido limitar las hambrunas severas a unas pocas áreas del planeta a pesar del rápido crecimiento demográfico, aunque no ha conseguido eliminar la desnutrición generalizada.


La Revolución Verde significó una serie de técnicas y procedimientos agrícolas distintos a los tradicionales, que consiguió multiplicar las producciones

Una segunda revolución agrícola, basada en la ingeniería genética de plantas, puede dar lugar a aumentos en la productividad y con ello aliviar parcialmente la desnutrición. Desde la década de 1970, los biólogos moleculares han poseído los medios para manipular el material genético de una planta (ADN), y así lograr mejoras contra las enfermedades, la resistencia a la sequía y las heladas, el rendimiento, la calidad del productoy otras propiedades deseables.

En el futuro, tal ingeniería genética puede resultar en mejoras en el proceso de las fotosíntesis. No obstante, la modificación genética es un tema en cuestión y sujeto a polémica, por lo que se requieren estudios profundos para asegurar que tales modificaciones sean totalmente inocuas y no causen con el tiempo problemas indeseables, tanto de salud humana y animal como de alteraciones o mutaciones perjudiciales de las plantas sometidas a la modificación genética.


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