ECOLOGÍA GENERAL – LA FOTOSÍNTESIS – 2ª PARTE

Reacción lumínica y reacción en la oscuridad

La fotosíntesis se realiza en dos fases o etapas: la reacción lumínica, y la reacción en la oscuridad. La reacción lumínica actúa en presencia de luz con independencia de la temperatura reinante (siempre que ésta no sobrepase determinados límites).

Por su parte, la reacción en la oscuridad tiene lugar con independencia de la luz pero no de la temperatura, aunque ésta última debe mantenerse igualmente dentro de unos límites para que sea efectiva.


La fotosíntesis se realiza en dos etapas: reacción luminosa y reacción en la oscuridad. Ambas permiten que la transformación de la energía sea permanente

Se inicia la fotosíntesis con la absorción de fotones (energía luminosa) a nivel de los pigmentos activos. Éstos trasladan a las clorofilas la energía que se suma a la absorbida por las mismas. Aquí la clorofila realiza su labor más importante y esencial en todo el proceso, capturando la energía de las diferentes longitudes de onda, principalmente del espectro rojo y violeta que corresponden a las clorofilas de tipo A.

Estas reacciones ocurren en los cloroplastos que se encuentran dentro de las células, y donde están contenidas las citadas clorofilas y otra serie de compuestos, todos ellos parte activa en la función clorofílica en mayor o menor medida.

La reacción en la oscuridad, por su parte, permite que la energía capturada en presencia de luz, y por tanto temporal, siga capturándose permanentemente en forma de glucosa.

En resumen, el balance total o efecto neto de la fotosíntesis queda establecido como glucosa, a través de un gasto energético de luz solar, es decir, el dióxido de carbono más agua proporciona oxígeno y glucosa.

La producción fotosintética

Se estima que prácticamente todo el oxígeno de la atmósfera se ha generado a través del proceso de la fotosíntesis. Obviamente, todos los organismos que respiran (incluyendo plantas) utilizan este oxígeno y producen CO2. Por lo tanto, la fotosíntesis y la respiración están vinculados entre sí con cada proceso en función de los productos de uno u otro.

La producción global de la fotosíntesis es del orden de un billón (con «b») de Kg. de materia orgánica seca producida por día, y los procesos respiratorios convierten aproximadamente la misma cantidad de materia orgánica en CO2.

Una gran parte de la producción fotosintética se realiza en los océanos abiertos, sobre todo por los procariotas oxigénicos (organismos fotosintéticos que procesan el oxígeno), ejemplo del alga espirulina y otras cianobacterias que poseen clorofila. Sin la fotosíntesis, el oxígeno en la atmósfera terminaría agotándose en un futuro.


La espirulina es un procariota que vive en ambientes lacustres y oceánicos; es una cianobacteria capaz de realizar la fotosíntesis oxigénica, convirtiendo dióxido de carbono en materia orgánica y desprendiendo oxígeno en el proceso.


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