Aula de Naturaleza educativa

ECOLOGÍA GENERAL – FACTORES AMBIENTALES ABIÓTICOS – 3ª PARTE

Factores climáticos (continuación)

Agua

El exceso de agua puede ser tan perjudicial para un organismo como la carencia de ella, y no todos los organismos tienen iguales necesidades de agua. Animales y plantas presentan adaptaciones para cubrir las necesidades hídricas. Así, las plantas de climas secos evitan la pérdida de agua mediante transformación de las hojas en espinas, pelos en el envés de las hojas, tallos y hojas suculentos, estomas hundidos en la epidermis, etc.

 
Determinados organismos han conseguido adaptarse a vivir en las profundidades de los océanos, mientras que otros han desarrollado adaptaciones para conservar el agua

Por su parte, muchos animales tienen la facultad de absorber líquidos o vapor a través de la piel, como los insectos, ácaros o batracios; otros animales no beben nunca, como en las zonas desérticas, y la forma de mantener hidratado el cuerpo es mediante el agua contenida en los alimentos sólidos que ingieren; algunos de los animales de estas zonas disponen de una reserva corporal de lípidos, que en tiempos de escasez pueden licuar mediante oxidación, ejemplo de los camellos y dromedarios.

Luz

Es la fuente de energía de los ecosistemas y factor indispensable para el mantenimiento de la vida. La energía luminosa es transformada por los fotótrofos en energía química, la cual queda a disposición de los heterótrofos.


La luz es factor indispensable para los fotótrofos y para el mantenimiento de la vida en general

Algunos animales vertebrados y artrópodos son capaces de distinguir la longitud de onda, y por tanto diferenciar colores, influyendo en su comportamiento social, alimenticio y de reproducción. En general los animales no han desarrollado la visión de los colores (el espectro solo abarca al blanco y negro), únicamente los primates parecen tener esa facultad. Las abejas y algunas aves migratorias son capaces de percibir el plano de polarización de la luz, lo que les permite orientarse aunque el sol permanezca oculto tras las nubes.

En los vegetales, por su parte, se dan adaptaciones a la intensidad de la luz; muchas plantas como las heliófilas solo pueden desarrollarse a plena luz o al sol, ejemplo de los pinos, pastos o jaras; otras como las umbrófilas desarrollan y soportan mejor la sombra, ejemplo de las hayas o robles.Existe un fenómeno ligado a la luz que puede considerarse el más importante de este factor, es el denominado fotoperiodo o periodo de iluminación, el cual dependiendo de la región puede ser constante durante todo el año (como en el ecuador), o variable con veranos de días largos e inviernos de días cortos (como en las zonas templadas).


El fotoperiodo se puede considerar como el factor más importante de todos los ligados a la luz.

Mediante el fotoperiodo se regulan los ciclos vitales de muchas especies, tanto animales como vegetales, y es desencadenante en ciertos fenómenos, como la floración de gran cantidad de angiospermas, la caída de hojas en las especies caducifolias, migración de numerosas aves o muda de plumaje, periodos de celo en aves y mamíferos, etc. En general, por la existencia de día y noche se presentan numerosas adaptaciones, como hábitos nocturnos, diurnos y crepusculares.


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