En el medio terrestre se distinguen dos grandes ecosistemas diferenciados por las formaciones vegetales, que incluyen: formaciones abiertas, como la tundra, desierto, estepa y sabana; y formaciones cerradas, tales como la taiga, bosque templado, bosque esclerófilo y bosque tropical.
La tundra
Tiene un factor limitante que es el frío; apenas dispone de tres meses sin heladas. Son praderas casi esteparias de las regiones polares. Se extiende por Siberia, Alaska y el Canadá ártico, principalmente al N del círculo polar, así como por por Tierra del Fuego.
Tundra del norte de Suecia durante la estación veraniega
Salvo en aquellas superficies en que se produce deshielo durante el verano (permaneciendo encharcada), el suelo se mantiene helado permanentemente. Falta vegetación arbórea y está cubierto de musgos y líquenes, con abundantes pantanos y ciénagas. La vegetación en las zonas más cálidas del sur abarca árboles enanos como brezos, sauces y abedules, para ir perdiendo riqueza conforme se avanza hacia la zona fría boreal, en que se reduce a líquenes y musgos.
Por su parte, la fauna es muy escasa y la componen especies que emigran casi en su totalidad en la época fría. Entre los mamíferos destacan el reno o caribú, buey almizclero, liebre ártica, zorro ártico y lemmings. Entre las aves sedentarias se incluyen el escribano nival, eider y buho nival y lagopodo. Las aves migratorias llegan sólo en verano para anidar.
El desierto
Son vastas regiones, desoladas, con escasas precipitaciones atmosféricas (un promedio inferior a los 250 mm anuales, lo que convierte a la sequedad en factor limitante), suelo muy permeable y evaporación altísima, lo que da por resultado una vegetación pobre y discontinua, una vida animal escasa y grandes dificultades para el establecimiento humano permanente.
Desierto Great Basim (Nevada)
La insolación diurna y la irradiación nocturna, intensísimas ambas, producen oscilaciones termométricas cotidianas que llegan a alcanzar los 70 ºC. La pobreza de la vegetación, los cambios bruscos de temperatura y la acción del viento que es constante y fuerte, erosionan, fragmentan y disgregan las rocas, produciendo las dos modalidades geográficas de desierto: el de piedra (llamado hamada por los árabes) y el de arena (erg, en África y kum, en Asia) formado por dunas.
Las regiones desérticas o semidesérticas ocupan en la Tierra unos 33 millones de km2 (el 10% de las tierras emergidas) y se distribuyen en dos zonas próximas a los trópicos, una para cada hemisferio. Las dos grandes manchas desérticas del planeta están constituidas por los desiertos africanos, los del Asia central y los de Australia; ejemplo del Sahara y Kalahari (África), o el Gobi (Asia Central). También hay desiertos en América del Norte, como los de Mojave y Valle de la Muerte.
Los vegetales adquieren adaptaciones típicas de estas zonas, tales como ciclos cortos, suculencia y portes pequeños. La fauna, por su parte, presenta hábitos y adaptaciones edáficas o mecanismos de retención del agua (orina semisólida) en especies como insectos, escorpiones, roedores y reptiles.
Oto tipo de desiertos son los helados, l determinado por las bajas temperaturas que congelan el agua. La vegetación es xerofítica y muy pobre. Tienen estas características las regiones árticas y subárticas y las antárticas.