Agricultura
HORTICULTURA
Guindilla
Familia: Solanáceas
Nombre científico: Capsicum annuum
Variedades: Capsicum frutescens o Capsicum fastigiatum (chile o ají); Capsicum annum grossum (pimiento morrón, bonete o de hocico de buey); Capsicum annum longum (pimiento rojo alargado y curvo)
Origen/distribución: Procede del continente americano.
Introducción
a guindilla en sus diferentes variedades, y en general todas las variedades de pimientos (morrones, piquillo, carnosos, tomatillo, etc.) pertenecen a la misma especie Capsicum annuum, y fueron conseguidos mediante numerosos procesos de cultivo y selección. Existen muchas variantes de guindillas, una de las más conocidas es el chile o ají, muy popular en América Central y del Sur (típico de la cocina mexicana) y con el que se elabora una salsa muy picante.
Izquierda, guindillas desecadas preparadas para su almacenamiento;
derecha, disposición interna del tabique con sus semillas
La guindilla, además de su utilización culinaria también tiene aplicaciones medicinales. La capsaicina, que como se dijo es una sustancia picante, tiene propiedades rubefacientes sobre la piel (enrojecimiento terapéutico), permitiendo una reacción cutánea con sensación de calor que mejora la circulación sanguínea. En aplicaciones internas, el pimiento es útil como digestivo y estimulante.
Reproducción y cultivo
La guindilla se reproduce por semillas. Prefiere regiones cálidas y exposición soleada, por ello es necesario sembrar en semillero protegido en el mes de abril antes de su trasplante al terreno definitivo en mayo (depende de la región y la variedad de guindilla).
Un sistema útil para sembrar directamente sin recurrir al semillero es utilizar un plástico negro para cubrir el cultivo, dejando unos huecos por donde asomarán las plántulas después de nacer. Las plantas se disponen en caballones con una separación de 60 cm. entre sí (según la variedad puede necesitar más espacio). El suelo debe ser fértil y bien estercolado. Los riegos deben ser moderados durante la época estival.
Recolección
Según las variedades, se pueden producir guindillas a lo largo de todo el año; de cada mata se pueden conseguir hasta tres recolecciones anuales. En la región mediterránea se suelen sembrar en mayo para recolectar desde septiembre hasta diciembre, pero existen regiones que se recolectan incluso desde finales de mayo hasta septiembre, todo ello lógicamente combinando adecuadamente las variedades con el clima del lugar.