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Agricultura
HORTICULTURA
Col
Familia: Crucíferas
Nombre científico: Brassica oleracea
Otras especies y variedades: Brassica oleracea viridis (col común, col rizada o de milán); Brassica oleracea capitata (lombarda o col roja); Brassica oleracea italica (brécol o brócoli); Brassica oleracea acephala (berza); Brassica oleracea genmifera (col de Bruselas); Brassica oleracea botrytis (coliflor).
Origen/distribución: La especie primitiva crece espontáneamente en Europa occidental.
Introducción
as coles, en sus diferentes variedades, son hortalizas sumamente apreciadas y populares por sus hojas, tanto como alimento humano como para forraje. Rara es la huerta familiar que no las incluya en sus cultivos ordinarios.
Se trata de verduras que permiten un cultivo escalonado a lo largo del año, dadas las numerosas formas que el hombre ha creado mediante técnicas de cultivo y selección, y adaptables a diferentes condiciones climatológicas. Presentan además un gran rendimiento, son resistentes al almacenamiento y admiten varias formas de conservación (la más típica es la congelación tras un escaldado previo). Se consumen habitualmente hervidas, y también en ensalada los corazones crudos de determinados repollos.
Botánicamente se describe la col como una planta herbácea bienal, que se cultiva como anual, de hojas anchas y variadas formas según la variedad (ovales, oblongas, circulares, lisas, rizadas...), lobuladas en su base, pencas gruesas; pequeñas flores blancas o amarillas que se disponen en racimo en el extremo del tallo, y frutos en silicuas con semillas muy menudas.
Reproducción y cultivo
Las coles se reproducen por semilla. Se puede escalonar el cultivo durante todo el año, sembrando entre finales de agosto y principios de septiembre para recolectar en primavera; entre marzo y abril para recolectar en verano; y entre abril y mayo las que se cosechan en pleno invierno. Se siembran en semillero, que deberá ser protegido o no dependiendo de las características climatológicas de la zona.
La siembra en el semillero se realiza colocando las semillas con muy poca separación entre ellas, cubriendo con algo de tierra (que las semillas no queden profundas) y añadiendo un poco de estiércol bien desmenuzado; se riegan a continuación y posteriormente con frecuencia. Conforme vayan germinando hay que realizar un aclarado, dejando sólo aquellas plantitas más fuertes. Al cabo de un mes o 45 días estarán listas para ser trasplantadas al terreno definitivo, en general cuando las plántulas alcancen más o menos unos 10 cm. de altura.
El suelo de cultivo debe ser fresco, muy suelto (tiene que estar bien labrado) y abundantemente estercolado. Las plantas se sitúan en caballones separados un metro entre sí, y con 60 cm. de distancia entre cada plántula. Este proceso es muy fácil: una vez hecho el caballón se practican hoyos a lo largo de él con un palo, o simplemente con el dedo, dejando la distancia indicada de 60 cm.; se introduce en el hoyo la raíz de la planta sin que quede demasiado enterrada, y se prensa la tierra a su alrededor con la palma de la mano o una azada para que quede firme. A partir de este momento hay que regar frecuentemente, más aún en verano.
Durante todo el cultivo hay que escardar las malas hierbas. Conforme el tallo adquiere robustez es adecuado realizar un aporcado, es decir, cubrir la base del tallo con tierra a su alrededor. Se recomienda rotar el cultivo de las coles, y en general de todas las crucíferas, de forma que no se cultiven éstas en el mismo lugar al menos hasta cuatro años después.
Recolección
Se cortan las pellas por su base separándolas de los tallos. Inmediatamente se arrancan también los tallos y se alejan del terreno de cultivo, ya que pueden infectar el suelo de plagas al pudrirse. Las coles recolectadas, si no se van a consumir inmediatamente, se conservan muy bien entre pajas.
Plagas y enfermedades
El hongo Plasmodiophora brassicae (la llamada hernia de la col), es una enfermedad muy grave y temida, que ataca a las raíces deformándolas y destruyendo la planta. Una opción que ayuda a prevenir este hongo es asegurar que el suelo tenga un pH más calizo que ácido (próximo a 7); los abonos calcáreos son útiles para impedir su desarrollo.
Los caracoles, babosas y orugas pueden ser controlados distribuyendo cenizas o arenas en el perímetro de las plantas, o mediante los productos granulados que se encuentran en el mercado, como el metaldehído. El rociado de cenizas sobre las plantas previene también el ataque del pulgón.
Observaciones sobre otras variedades
La lombarda o col roja (variedad capitata) merece una mención aparte. Se trata de una col muy popular obtenida mediante técnicas de selección, y caracterizada por su color morado o rojizo debido a su alto contenido en unas sustancias llamadas antocianinas.
Detalle del corte de una lombarda o col roja
(Brassica oleracea, variedad capitata)
Esta variedad, aunque puede cultivarse escalonadamente y de forma similar a las demás coles, en este caso se requiere de un periodo algo más largo para alcanzar su total desarrollo.
Es típicamente una col invernal; las épocas de cosecha son el otoño y parte del invierno. Como todas las coles son plantas bianuales, es decir, que alcanzan su ciclo vital a lo largo de dos años, por ello hay que recolectarlas antes de que se produzca la floración.