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Literatura poética
LA POESÍA EN EL SIGLO XVIII
Principales poetas: Tomás de Iriarte
omás de Iriarte nació en Puerto de la Cruz, Islas Canarias (1750-1791). A los catorce años dejó sus estudios en Tenerife, trasladándose a Madrid para residir con su tío el erudito Juan de Iriarte, que gozaba de gran prestigio en la corte, y que le introdujo en el ambiente literario y político de la ciudad; bajo su dirección estudió las lenguas griega y francesa, llegando también a ser conocedor del latín y, por supuesto, un hábil dominador del castellano.
A la muerte de su tío ocupó el puesto que ocupaba de traductor en la Secretaría de Estado, dedicándose en un principio a la traducción de textos literarios, sobre todo de obras francesas (Voltaire, Molière y otros)y especialmente de teatro, aunque también fueron muy conocidas sus traducciones del latín, entre las que cabe destacar el Arte poética de Horacio. En 1772 se encargó de la publicación del periódico Mercurio Histórico-Político.
Iriarte fue un prototipo de intelectual cortesano, asistiendo a la tertulia de la Fonda de San Sebastián. Intentó afirmar sus gustos e ideas neoclásicas en la cultura española, y no dejó de polemizar en este sentido con otros escritores, como Samaniego y Forner. La obra de Iriarte aplicó las doctrinas clasicistas a los apólogos.
Iriarte es autor de obras teatrales originales, musicales, textos satíricos, de polémica literaria, y de numerosas composiciones poéticas, como el poema pedagógico La música (1779), la égloga La felicidad de la vida en el campo, (1780), y otras composiciones breves. En 1787 aparecieron los seis tomos de la Colección de obras en verso y en prosa de Tomás de Iriarte, a los que se añadieron otros dos tomos en la segunda edición (1805), publicados tras la muerte del autor.
Sus principales obras dramáticas son El señorito mimado (publicada en 1787 y estrenada al año siguiente) y La señorita malcriada (publicada en 1788 y estrenada en 1791); ambas tratan el mismo tema: la educación de los jóvenes. Del resto de su obra teatral destaca la tragedia Guzmán el Bueno (publicada en 1790 y estrenada en 1791); está obra constituyó uno de los muchos intentos por crear una tragedia de tema español realizados por los neoclásicos.
Pero, Iriarte debe su fama sobre todo a las célebres Fábulas literarias (1782), que incluye moralejas sencillas y claras, algunas de ellas incluso han adquirido carácter de proverbios. Entre sus fábulas más populares se encuentran El burro flautista, La mona, El caballo y la ardilla, etc.
Las sesenta y siete fábulas publicadas en 1782, y nueve más añadidas en ediciones sucesivas, aparecieron un año después que las de Samaniego. Aunque en el caso de Iriarte todas ellas están dedicadas al mundo de la literatura, donde recoge críticas de los escritores, sus cualidades, las normas literarias, etc.
Uno de los rasgos más característicos de las fábulas de Iriarte es su preocupación por la métrica; incluso él mismo relaciona y da una explicación al final de los metros y estrofas utilizados en sus obras.
En cuanto a su obra en prosa, la más destacada es Los literatos en Cuaresma (1773), consistente en seis sermones de tipo crítico. En ella aparecen sus ideas literarias, así como en las obras de tipo polémico Donde las dan las toman (1770) y Para casos tales, suelen tener los maestros oficiales (1782).
Junto con Samaniego, se puede considerar a Tomás de Iriarte como el fabulista español más importante del siglo XVIII.