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Literatura poética
LA POESÍA EN EL SIGLO XIX
Principales poetas del Romanticismo: José de Espronceda
osé de Espronceda nació en Almendralejo, Badajoz (1808-1842), aunque sus primeros estudios los realizó en Madrid, teniendo a otro poeta, Alberto Lista, como maestro.
Tras el trienio liberal (1820-1823) y la restauración del absolutismo, Espronceda presenció con sólo 15 años de edad la ejecución del general Riego, que fuera ordenada por Fernando VII, lo que exaltó en él los sentimientos de rebeldía y amor a la libertad. Fundó con otros jóvenes la sociedad secreta Los Numantinos. Tras ser descubierta por la policía fue condenado a cinco años de reclusión en un convento de Guadalajara.
Se exilió en Portugal, donde conoció a Teresa Mancha, hija de un coronel liberal emigrado. Ella sería su gran amor romántico, y al no poder casarse con ella la raptó. Pasaron a residir en Londres. En 1833, al morir Fernando VII, Espronceda y Teresa viajaron de París a Madrid, tras acogerse a la amnistía que había concedido la reina María Cristina.
La vida de Espronceda fue azarosa y apasionada; tuvo amores con Carmen de Osorio y Bernarda de Beruete, con la que tenía intención de contraer matrimonio. Tuvo una hija con Teresa Mancha, pero ésta le abandonó en 1836 y murió a los dos años; cuatro años más tarde moría el poeta.
La vida política y literaria de Esprocenda fue muy activa. Tras el triunfo progresista de 1840 desempeñó diversos cargos. En sus últimos años cultivó el periodismo y la política oficial, defendiendo, como diputado en el Congreso, los ideales democráticos y los derechos del pueblo.
Espronceda fue el poeta-símbolo del movimiento romántico, muy admirado en vida, y como relevante personaje literario después de su muerte. Figura en los Episodios nacionales, de Pérez Galdós; en las Memorias de un hombre de acción, de Pió Baroja; y Patricio de la Escosura escribió una biografía suya novelada: El patriarca del valle.
Espronceda fue llamado el "Byron español". Debe su fama a las poesías que fuera publicando en revistas, y que recopilara en 1840 en un sólo libro que tituló Poesías. Su obra más relevante, lograda y ambiciosa es El estudiante de Salamanca, una versión audaz del famoso tema de Don Juan, muy acertada en cuanto a la versificación. Le sigue en importancia el Diablo Mundo, donde aparece el famoso y notable Canto a Teresa. No desmerecen también por su vigor otros poemas cortos, como Canción del pirata, Desesperación...
De menor importancia es el resto de su obra literaria compuesta por la novela histórica Sancho Saldaña (1834), el drama histórico Blanca de Borbón (1870), y algunas obras dramáticas que escribió en colaboración. Publicó también algún texto de tipo político, como El ministerio Mendizábal (1836); y escribió algunas canciones, como A una estrella, A Jarifa...
El tema más destacado de las obras de Espronceda es el amor, aunque también mostró especial preferencia por la reivindicación social de algunos personajes marginales o proscritos, como el reo a muerte, el verdugo o el pirata...
En sus primeras poesías, Espronceda muestra una etapa de aprendizaje, que se vislumbra a medio camino entre el Neoclasicismo y las nuevas formas románticas; tras su estancia en Londres se vio influenciado de forma importante por la poesía de Lord Byron, derivando hacia un tipo de poesía personalista y más independiente en los últimos años de su vida.