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Conservación
COMERCIO Y PRODUCCIÓN
Actividades productivas - 3ª parte
Los bosques de plantaciones y las formas de vida animal salvaje
ocas de las formas más grandes de vida animal salvaje pueden hallar un hábitat satisfactorio en un bosque de plantaciones, e incluso su presencia es considerada habitualmente como plagas que afectan al rendimiento de las producciones. Aun así, estos bosques producen volúmenes de madera y otros derivados mucho mayores que en un área equivalente de bosque salvaje. Además, el desarrollo intensivo de la producción de árboles en zonas propicias, puede preservar muchos bosques naturales para otros fines.
En América del Norte la posesión con carácter privado de bosques para los propósitos descritos ha ido en aumento. Esta práctica se acrecienta con la demanda de productos que tienen ese origen. La posesión pública de bosques para plantación de árboles en otros países recibe un trato similar. El desarrollo intensivo, de todas formas, es económicamente factible sólo en tierras con condiciones favorables de hábitat de alto rendimiento.
En los bosques de plantaciones, las formas de vida salvaje más grandes no encuentran un hábitat satisfactorio
La utilización de tierras para pastos de ganado puede llegar a ser casi el único fin de muchas áreas. Un tipo de ellas se encuentran localizadas en algunas zonas de tierras vírgenes que se cubren con vegetación natural, generalmente en regiones montañosas húmedas o más frías de un país. Estas tierras suelen ser hábiles para alimentar extensos rebaños de animales.
Los pastos para ganado son en muchas áreas el único fin que se le da a las tierras
Producción de pastos y forraje
A causa de la naturaleza de muchos pastos, el cultivo práctico es el sistema más económicamente extendido, mediante reemplazo de la vegetación natural por productos con más alto nivel de producción, e incluso engendrando artificialmente variedades de plantas de forraje. Aunque la producción de pastos para el ganado puede ser el único propósito cuando se ejerce esta actividad, en algunas ocasiones también se rotan esas tierras para dedicarlas a cosechas que se emplearán en las propias granjas. Los usos del forraje en este tipo de tierras requiere una manipulación hábil de los procesos de sucesión de las plantas, y balancear adecuadamente los volúmenes de ganado de acuerdo con la capacidad reproductiva de la vegetación.
Dependiendo del número de animales, la vegetación podrá apoyar su alimentación sin deteriorar o poner en peligro su productividad futura. Se deben evitar sobrecargas, entre ellas el pisoteo excesivo de los animales, que compactan la tierra e interfieren sus relaciones de agua y capacidad reproductiva.
Un método flexible de manipulación del ganado es esencial para obtener niveles de éxito: no concentrar excesivos animales en cualquier área, y que el uso de la vegetación sea equilibrada, que permita producción continuada de las plantas más nutritivas. Además, durante los periodos secos, cuando baja la producción, el número de reses debe reducirse para no alterar el equilibrio. Por otra parte, debería proveerse de raciones adicionales de alimento, o movilizar los animales a pastos con posibilidades de riego.