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or todas partes del mundo se utilizan muchas áreas de tierras salvajes, para llevar a cabo políticas públicas de usos múltiples que provean variedad de productos o servicios.

Los bosques nacionales, por ejemplo, son utilizados para actividades recreativas, producción de madera, forraje para el ganado doméstico, fauna y pescado; y al mismo tiempo, estabilizar el rendimiento sostenido de los recursos de agua a otros recursos naturales propios del lugar, o hacia depósitos artificiales de aprovechamiento humano.

Las políticas de usos múltiples

El concepto de usos múltiples se aplica principalmente a la utilización de grandes áreas de tierras salvajes. Las políticas gubernamentales de usos múltiples son valiosas, porque prohíbe utilizar exclusivamente una zona concreta para el beneficio particular de algún segmento de la sociedad, y, en cambio, la acomoda para su disfrute por una gran mayoría de personas

La decisión de utilizar un área de uso múltiple, de todas formas, hace necesario minimizar los conflictos que pueden crearse por las diferentes actividades de uso de los recursos. Así, quitar la madera de un área implica establecer una logística, construir accesos, caminos, desplazar maquinaria y otros medios; y mientras esas áreas son adaptadas para facilitar los movimientos se restringen para otros usos.

La adaptación de áreas de uso múltiple para facilitar los accesos, restringe esas áreas para otros usos

Además, mientras se despuebla una zona se obliga a proveer cuidadosamente su repoblamiento mediante la elección de un sitio, y las semillas adecuadas que requieren la siguiente cosecha, pero también proteger el crecimiento natural de los árboles, y especialmente de los arbolillos jóvenes que son más vulnerables.

Utilización de los recursos de madera

La disposición para actividades recreativas puede perder mucho valor durante el proceso de cosechar la madera. Por ello, debe llevarse a cabo de forma selectiva y no intensiva. Así, si se tala y aclara una zona de bosque, crea una apariencia de gran devastación, en contraste con la selección de aquellos árboles más grandes o de una especie particular.

Obviamente, la tala intensiva implica igualmente otros problemas derivados: además de eliminar el hábitat de muchas especies, obliga al desplazamiento forzoso de la fauna que ocupaba el lugar y que se encontraba cómoda en zonas densas de bosque.

Generalmente, para el recurso de la madera se suele seleccionar un área exclusiva que sirva a este propósito entre determinados periodos de tiempo; menos usual es la no realización de nuevas labores de recolección, hasta que se haya recobrado totalmente la vegetación y vida animal de los efectos de la última cosecha.

Desarrollo de áreas para ganadería intensiva

El desarrollo de un área para el establecimiento de ganadería intensiva, a menudo implica la afectación grave del paisaje; como el traslado del ganado dentro de las demarcaciones, la infraestructura de puntos de riego, construcción de corrales, desagües, y, en general, todas aquellas instalaciones esenciales para el bienestar y rendimiento de los animales. Cuando el ganado se establece en un lugar no puede ser perturbado permanentemente. Igualmente, los dueños del ganado suelen demandar la eliminación en esas zonas, de animales rapaces que pongan en peligro el desarrollo normal de las actividades. Estos usos restringen obviamente el lugar para otros muchos propósitos, incompatibles dentro del área de movimiento de los animales.

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